ritu independiente, que piblicamente patrocinaba el feminismo y la poligamia. Uno de sus amantes fue el poeta Catulo, que luego se hizo famoso por sus intrigas sociales. En estos ban- quetes de LUculo la conversaci6n era en el mis puro latin o en griego y en ella campeaba la cultural y el refinamiento. -Estamos, pues, en lo que yo llamo la Adultez Gastron6- mica de Roma, y que algunos historiadores han calificado como la Era Epictirea --continu6 el profesor-. Roma tendria en- tonces mas de un mill6n de habitantes. Habian desaparecido las grandes families: los Fabios, los Emilios, los Valerios. Pre- dominaban los aparvendt, los generals enriquecidos. El mal- tusianismo estaba a la moda. Tener hijos era una molestia, una complicaci6n que restaba tiempo al placer. Juvenal, en sus ex- quisitas Sitirass, critical estas prhcticas diciendo: cun buen negocio ahora es tener una mujer estdril; y si te nace un hijo, quidn te asegura que es tuyo?a. La formaci6n social de Roma habia cambiado, y el mas orgulloso cciudadano temia llevar en sus venas sangre griega, israelita o siriaca. Las families ricas, para no tener que ocuparse de sus hijos, los mandaban a educar a Atenas. Alejandria o Rodas. Cuando Vespasiano vino al trono, quiso modificar esa costumbre, y para las escuelas que abri6 en Roma trajo profesores de aquellas ciudades. -Es en este ambiente de rebuscado refinamiento, de rique- za y despilfarro, de corrupci6n social, donde van a escenificar sus hazafias gastron6micas los emperadores que, a pesar de sus horrendos vicios, hicieron de la mesa un culto casi religioso, su- blime a veces, aborrecible otras. Fueron monstruos execrables, pero a veces chispazos fulgurantes de genialidad gastron6mica alumbraron sus azarosas vidas, y durante ese largo perio- do de la historic de Roma, que se prolong por mas de dos- cientos afios, el arte culinario alcanz6 proporciones asombro- sas. Sd que todos ustedes conocen la historic del emperador Caligula, pero permitanme, siquiera por curiosidad, recorder algunos rasgos de este hombre extraordinario. Asumi6 el poder teniendo 24 afios de edad, y ya habla dado demostraciones de sadismo, crueldad y extravagancia. Al afio de haber subido al trono, adopt como su sucesor a un primo de 17 afios de edad, Tiberius Gemelus, pero doce meses despuds hizo que se suici- dara. Viol6 y vivid amancebado con sus hermanas Drusila y Livila. La primera murid y Caligula aparent6 desesperar de dolor, decretando un afio de duelo national, durante el cual nadie podia reir, bajo pena de muerte. Cas6 con Cesonia, mujer extravagant y disoluta, a quien exhibia desnuda ante sus ami-