do viajaba, la seguia una manada de trescientas burras. Los bafios pdblicos tomaron much importancia. Las comidas en comdn o banquetes comenzaban despuds del bafio, a media tarde, y duraban hasta muy avanzada la noche. Preferlan pla- tos ex6ticos. En una de sus satiras Juvenal nos dice que habia pescados que costaban mas que el pescador. Un tal Apicio se hizo rico cebando patos, cuyos higados alcanzaban altos pre- cios. Algo asi como el preludio de nuestro patq de foie gras. Nuestro gran moralista el senior De Montaigne, en sus cMedi. tacionesv, afirma haber leldo que en la Roma de ese tiempo habfan