-* *, * Al otro dia llegaron Vergara y su sefiora. El grupo acababa de alnorzar y todos se reunieron en la sala para tomar el caf6. Trafa noticias inquietantes acerca de un inminente golpe de Estado para derrocar al Gobierno, que apenas-tenia seis meses de instalado. Se decia que un considerable nudmero de oficia- les del Ejdrcito y la Aviaci6n estaban envueltos en la conjura. En la capital reinaba much intranquilidad. El rumor indicaba que las fuerzas de la derecha acusaban al gobierno de estar minado de comunistas y que el propio president de la Repd- blica era de ideologia comunistoide. La embajada Norteameri- cana, corn siempre, urdia en la sombra. -En la historic de la Repdblica, esa embajada hace el papel de una eterna Pentlope -dijo Vergara-. Borda el lienzo de sus intrigas y promete su apoyo al candidate politico de turno, pero en la noche deshace lo que teje en el dfa. Y asi viene sucediendo, para desventura del pais, hasta que el destiny nos depare un Ulises que acabe con Ia insolencia de los pretendientes. --Esa agitaci6n political nos afectard, acaso? -pregunt6 el doctor. -En absolute -contest6 Vergara-. Ahora las conmocio- nes political se produce en la capital y afectan poco la tran- quilidad social en el resto del pafs. De todos modos, con in- fluencia y dinero se resuelven todos los problems que se nos puedan presentar. De eso me ocupo -yo. --eY cual es la causa de la inestabilidad political? -pregun- t6 Leroy. -La respuesta seria larga, porque nuestro problema poli- tico es complejo. Pero se puede sintetizar afirmando que es la falta de educaci6n civica. Con esto no hago un agravio a mi pais; apenas sefialo una enfermedad que ya han padecido todos los pueblos j6venes en process de formaci6n jurfdico-social. El caso nuestro se agrava con el tutelaje a que nos mantiene some- tido el gobierno norteamericano, que en material de political international, desde su fundaci6n en 1787, ha dado pruebas de una torpeza incredible, s6lo comparable, en sentido opuesto, a la genialidad de aquella naci6n en material de comercio, de t6cnica y de industrial. Yo consider que en mi pafs, actual- mente, no hay un solo ciudadano, incluy6ndome yo, que tenga capacidad para desempefiar un cargo en la Administraci6n Piblica. Usted visit una oficina del gobierno, para pagar un