de una vela en el pasillo. Es una sorpresa que les voy a ofre- cer. Transcurrido el tiempo indicado, todos estaban con el pro- fesor, en su despacho, Al poco se escucharon unos leves toques en la puerta y el professor les dijo: -Siganme todos, sin hacer ruido. Vamos a la sala. A traves de las persianas vamos a presenciar algo interesante. Estaban curiosos e intrigados. El silencio era absolute. Al poco vieron como por la escalera de piedra bajaba un hombre semidesnudo, llegaba a Ia orilla y despu6s de un breve minute se deslizaba silenciosamente entire las aguas y desaparecia. Sur- gi6 a pocos metros de distancia y nad6 ligeramente, como para no hacer ruido. Zambull6se de nuevo y despues flot6 sobre las aguas, boca arriba, como un tronco que boyara suavemente. Despues sali6. Se qued6 un rato erguido, de pie sobre la arena, contemplando el mar. La claridad lechosa que cafa del cielo lo convirti6 en una estatua de bronce, que irradiaba chorros de luces azules y verdosas. Luego subi6 la escalera y desapare- ci6. Cuando el grupo volvi6 al despacho del professor, encontr6 servido un consomd caliente. Ninguno se atrevi6 a hacer co- mentario. Por fin habl6 el professor: -Hemos visto a Trigarthon celebrar su diario connubio con el mar. -Su organismo necesita ese contact con las aguas saladas. Es algo misterioso digno de meditaci6n. -Es el hijo de Anfitrite... -dijo, con tono convencido, el doctor-. De sus ancas y sus hombros yo vi que colgaban lique- nes y algas y en su piel descubri caracoles incrustados que bri- llaban como esmeraldas cuando la luna los alumbra desde arriba... -Yo adverti algo terrible -intervino Leroy-. Me pareci6 que se ayuntaba con el mar. Se introdujo en la linfa como un falo, y el agua lo recibi6 tremulosa, asustada, sorprendida, pero gozosa y lasciva. Cref percibir en el aire olor de hip6manes. Me imagine que eyaculaba plancton. Debe hacer viajes ocultos al Mar de los Sargazos, en las noches de invierno, a velocidades submarines increibles, como un torpedo enloquecido... -iEs un niflo grande, bondadoso y tierno, y nada mas! -expres6 el profesor-. Naci6 y ha vivido junto al mar... y del mar tiene la fuerza y la hermosura... Y Leroy musit6: -zProducird naufragios alguna vez...?