siglos, ban venido a ser lo que hoy reconocemos en Europa como nuestros mayores logros gastron6micos. Citemos algu- nos: el faisAn, los espArragos, la zanahoria, los hongos, la le- chuga, la trufa, originaria de la Libia; las nueces y los melo- cotones de Persia; del Asia trajeron la cereza, el albaricoque, el lim6n, los cocombros. En Africa encontraron el mel6n, que cultivaron luego en gran escala, mejorindolo, en una region de Italia llamada Cantalupe, de donde tom6 su nombre ese tipo de mel6n que tanto se consume ahora en Europa y los Estados Unidos. El famoso epigramista Cayo Valerio Marcial nos ase- gura que los romanos de aquella dpoca preparaban quesos ex- quisitos, y cita los de Luna, Etruria y Velabre, asi como los vinos de la Campania, de Falerno, de Fondi, de Espoleto y de Sorrento. Se atribuye al consul Scipio Metellus la ceba de gan- sos para obtener el cfoie-grasD. Hacian gran consume de la almendra del cpistacho, que el emperador Vitelio habia traldo de la Siria. La confecci6n y uso de la mantequilla lo aprendie- ron mis tarde, despu6s de la conquista de los pueblos ger- manos. De la misma Cartago aprendieron much los romanos. No es cierto que los cartagineses estuvieron atrasados en su culinaria. En la obra ESalamb6, Gustavo Flaubert nos ofre- ce interesantisimos detalles de un festin ofrecido por el rey Amilcar Barca en los jardines de su palacio en Cartago; aquello parecfa un campo de batalla. Sobre muchisimas hogueras se asaban innimeros bueyes; las mesas estaban cubiertas de gran variedad de manjares: enormes panes sazonados con semillas de anis; quesos gigantescos de diversas classes; una gran varie- dad de aves asadas o guisadas en salsas diferentes, especial- mente una suculenta salsa verde; muchisimos mariscos, entire ellos caracoles, que eran muy estimados; antilopes, venados, cervatos, carneros; enormes trozos de came asada de camellos; pirdmides de frutas, pasteles de miel... -En la ceba de las aves y los peces alcanzaron asombrosos dxitos, Ilegando a hacer de la flaca grulla un delicioso cuerpo de came leve y tierna. Engordaban lampreas y... se dice y no lo creo, que en los criaderos echaban esclavos ngmidas para cebarlas. Fueron maestros en este arte, inventando los Cochlea- riae, que eran criaderos de caracoles engordados con papillas de harina y jugo de uvas frescas. Se atribuye a un tal Fulvius Lupines este invento. -iAh! ;Nuestros rescargots! iY yo que los creia franceses de nacimiento y origen! -exclam6 el doctor Desaix. -Practicaron la pisicultura -continu6 el profesor-, tra-