entire los vencidos que trajeron como esclavos, Ilegaron coci- neros que les ensefiaron cosas nuevas y sabrosas, a las cuales, como es natural, se fueron haciendo adictos, con entusiasmo creciente. -Los afios que siguieron a este period de formaci6n, cons- tituyen el laboratorio donde se forj6 el espiritu de los roma- nos. Desde el punto de vista que nos interest, yo divide la historic de Roma en cuatro grandes periods: el de formaci6n social, durante el cual las inquietudes gastros6ficas apenas exis- ten; el de la pubertad culinaria; el de la adultez gastros6fica, que comprende la .poca de los C6sares hasta Ner6n, y el de la decadencia culinaria, desde Galva hasta el fin del Imperio Romano de Occidente. A partir de ese moment hist6rico, y para los fines de mi obra, se inicia la Edad Media, que se extiende entire los siglos v y xv de nuestra era. Digamos algo de cada uno de esos grandes periods. Ya expresamos que du- rante el primero las inquietudes gastron6micas apenas existen. A este period se le llama el de la formaci6n racial; comienza con la fundaci6n de Roma y concluye con la destrucci6n de Cartago. -El Segundo Periodo, que llamo de la pubertad culinaria romana, se inicia con la destrucci6n de Cartago en el aflo 146 y terminal con la conquista de las Galias por Julio Cdsar en el afio 55 a. de C., o sea, un lapso de 95 aflos. Las considera- clones de tipo general que voy a hacer al analizar este period, se aplican tambi6n al Tercer Perlodo, el de la adultez, cosa que tendremos en cuenta cuando le llegue su turno. -Ya Grecia habia contagiado a Roma con su sabidurfa y su arte, y el espfritu agresivo y voraz de los hijos de la Loba exager6 el templado refinamiento de los helenos. Y asi fue como pasaron su gusto de la cigarra al coraz6n de la avestruz; del topo al nemoroso jabalf; del sapo al esturi6n. Fue preci- samente de Grecia de donde trajeron faisanes y pavos reales, ese pobre pavo real de Europa al que Col6n dio el tiro de gra- cia descubriendo el guanajo mejicano. Aclimataron conejos traidos de Espafia y gallinas numidas del Africa; albaricoques de Armenia; melocotones de Persia; membrillos de Sid6n; fram- buesas de los Altiplanos del Monte Ida. De los brumosos bos- ques de nms alli del Ponto Euxino, tesoro del rey Mitridates, trajo Ldculo la cereza, proclamandola como su mayor con- quista. -Con la sojuzgaci6n de los pueblos del Mediterr6neo orien- tal, los romanos adquieren novedades culinarias que, con los