bodega del professor. Se hicieron brindis por el pronto regreso de los Vergara. Al otro dia, en la madrugada, Vergara y Josefina se fueron a Samani para de ahf seguir en autom6vil hasta la capital. Cuando subfan al bote, en Anadel, Trigarthon le dijo a Ver- gara: -Me parece que esta noche habrA mal tiempo. Hace calor y las nubes corren much. Averigiie en la capital si viene alglin cicl6n... Como de costumbre, los contertulios del professor se reu- nieron con dste en el balc6n, despuds de cenar. La atm6sfera estaba pesada y todo sefialaba tiempo borrascoso. -La comida ha sido espldndida, amigos mios -expres6 el doctor con su acostumbrada prosopopeya-. Trimalci6n se hu- biese estremecido de alegrfa ante una mesa semejante. --~En realidad sabfa comer bien Trimalci6n o era un sim- ple glot6n? -pregunt6 Leroy. -Por lo que leemos en El Satiric6n, parece refinado, a no ser que Petronio se haya dejado levar por el entusiasmo del literate enamorado de su propia obra -replic6 el doctor. -No me parece just la referencia, porque nuestra comida de esta noche ha sido simple comparada con el famoso ban- quete del potentado romano que tanta admiraci6n despertaba en Petronio -arguy6 el professor. -En ese banquet se ofrecieron diez servicios y cada uno constaba de varies plates -intervino De Mers-. Creo recor- darlos, por el orden en que fueron Ilevados al comedor: papa-i figos cebados envueltos en pasta, garbanzos, carneros, rifiones y criadillas, higos, crusticeos, matrices de lechonas, tortas de avecillas silvestres, pescados, liebres, langostas, patos y bar- bos en una salsa que liamaban garum-piperatum, que parece que era muy famosa porque Plinio, Seneca y Marcial la citan en sus escritos; jabalinas y jabatos rellenos de aves; cerdos enteros rellenos de embutidos; pasteles en forma de priapos que al partirse chorreaban almfbares aromatizados; huevos en- capirotados, tordos asados, ostras, almejas y una extraordina- ria variedad de dulces, frutas y vinos. Todo esto servido con gran aparatosidad. Parece que habian alcanzado la perfecci6n en material de plates Miontados, al extreme de que me atrevo a afirmar que la arquitectura culinaria de Careme y Escoffier