la loma. Tendieron mantas sobre la yerba y tomaron cafe ne- gro bien caliente que habian traido en botellas-termo. Mientras todos se bafiaban, la sefiora Vergara, con el coci- nero y Trigarthon, preparaban el desayuno. Habian hecho fogones r6sticos con piedras y en un gran caldero se hizo el revoltillo. Cada uno vino a buscar su porci6n, servida sobre una torta de casabe. Para comerlo se ayudaban con pedazos del mismo casabe, a manera de cuchara. -El que tenga sed, que vaya al pie del manantial y tome el agua en el hueco de sus propias manos -dijo el senior Ver- gara-. Puedo asegurarles que es mas pura que las de Evian y de Vittel. Cuando la sefiora Vergara se uni6 al" grupo, el professor le pidi6 el secret de la especia que habia empleado para darle al revoltillo el gusto tan particular y nuevo que le habia sen- tido, y ella, en voz baja le contest: -Acdrquense, que se lo voy a explicar. Trigarthon no ha dormido. Anoche mismo se fue remando a su casa y trajo unos frascos con una especie de encurtido que 61 prepare con yer- bas aromiticas, pero cuyo principal element es el jugo de naranjas agrias semifermentado. Y ha sido con ese condi- mento con el que se prepare el sofrito de cebollas y tomatoes, al que luego se agregaron los huevos batidos. Ademafs, la co- chura se hizo con fuego de lefia de una madera que llamamos aromo, a lo mejor porque en realidad huele muy bien al ser quemada. No hay, pues, tal secret. La naranja agria, la lefia aromAtica y el ambiente campestre son los elements que han hecho sabroso el revoltillo. -Es extraordinario el sentido de la cooperaci6n, por no decir del sacrificio, que tiene ese muchacho -observ6 el pro- fesor Croiset-. Siempre esti presto para servir y se corn- place en ser gtil y oportuno. -Digame una cosa doctor Desaix -pregunt6 De Mers-. ZNo es, acaso, peligroso permanecer dentro del agua mientras se digiere un desayuno tan copioso y suculento? -Pierda todo temor, amigo mfo -respondi6 el aludido-. Los casos de apoplejia que se dice han ocurrido. han tenido su causa en una interrupci6n stbita del process digestive, debido a la conmoci6n del cambio, pero no a la acci6n del agua. Ahora hemos comido estando ya dentro del agua, y ning6n cambio brusco de temperature ha tenido lugar en nuestros organismos. -En Roma -expres6 el profesor-, cuando Ldculo y Ner6n