recibieron el nombre de kjoekkenmoeddings, que en dan6s sig- nifica residues de comida. Tambi6n fueron encontrados en va- rios lugares de Europa y Jap6n. En la fase neolitica empezaron a organizarse las ciudades lacustres, y se inici6 la crianza de ganado, la siembra de cereales y el uso de la miel y la sal. Esto de la sal constitute un gran paso en la gastronomia. Hoy dfa son bien conocidas sus cualidades: estimula el apetito, pro- voca la salivaci6n, active la circulaci6n de la sangre y de las mucosas estomacales. -La dieta sin sal es uno de los castigos mis horrorosos que solemos imponer a los hombres -expres6, pat6ticamente, el doctor Desaix. Hay pruebas, acaso, de que el hombre prehist6rico se alimentaba principalmente de frutos? -pregunt6 el abogado Leroy-. El sistema dentario y digestive del hombre parece corresponder al de los grandes monos, que son positivamente frugivoros. Asimismo, se dice que la antropofagia vino en 6po- cas muy posteriores a la paleolitica, porque antes disponia de abundancia de frutos, y la naturaleza era entonces extraor- dinariamente pr6diga en caza y pesca. -No olvidemos -expres6 el profesor-, que hay dos tipos de antropofagia: la originada por el hambre, que podria Ila- marse bestial o econdmica, y la engendrada por ideas religio- sas, que es la mistica o litdirgica. Y como el hombre prehist6- rico no ha dejado huella alguna de cultos religiosos, tenemos que admitir que tampoco se practice la de tipo mistico. Los partidarios de que el hombre prehist6rico era antrop6fago aducen que en las cavernas, los hipogeos y los alrededores. de los d6lmenes se han encontrado huesos humans dispersos y mezclados y no en posici6n natural de enterramiento, y que abundan mAs los hIimeros, lo que prueba que los cadiveres habian sido despedazados; ademAs, se han hallado huesos hu- manos rotos, como si lo hubieran sido para extraer el tu6tano, y otros calcinados. Los que sostienen la tesis de que no era antrop6fago, creen que esas sefiales bien pudieron ser produ- cidas por animals carniceros y que la calcinaci6n no revela sino ceremonies mortuorias, ya que algunas de esas cavernas parecen sepulcrales. De todo esto result que no se puede afir- mar ni negar que existiera la antropofagia en el segundo perfo- do de la prehistoria. Lo que sf puede asegurarse es que el an- trop6fago es posterior al frugivoro. En cierto sentido, viene a resaltar que la antropofagia es una evoluci6n en el desarro- llo de la Humanidad.