Entre los contertulios se produjo un moment de silencio. Los que conocian bien al doctor Desaix se dieron cuenta de su double juego y de su prop6sito de introducir en el grupo algdn factor inquietante, una pequefia intriga, o poner a prueba la serenidad de todos sus compafieros, y se prepararon para reci- bir las embestidas del terrible camarada. Trigarthon Rymer entr6 por el fondo de la sala y se de- tuvo. El professor lo alent6 a proseguir, dici6ndole: -Venga usted, Trigarthon. Quisidramos que nos d6 .a!gu- nos informes acerca de los pescados y la came que comen los habitantes de estas regions. Trigarthon avanz6 lentamente. Su timidez, su elevada esta- tura y su figure erguida imprimian majestad a su presencia. Al Ilegar al grupo sigui6 avanzando hasta situarse al margen del balc6n y a media que el didlogo tenia lugar, Trigarthon continuaba poni6ndose de espaldas hacia el fondo hasta que. dar en el angulo de la galeria. Calzaba pantuflas negras de goma, pantal6n corto de dril azul y camiseta blanca, ambas piezas muy cefiidas. Desde arriba la bombilla electrica lo en- volvia en un chorro de luz, que hacia que su piel negra brillara con tonos azules. -Es Osiris redivido... -murmur6 por lo bajo Antoine Le. roy, mientras el professor, para mitigar el embarazo del mu- chacho, le dijo: -Como has podido ver por las preguntas que te hemos hecho, Io que nos interest es determinar si los moradores del lugar son muy comilones. Por ejemplo, antes de venir a vivir con nosotros, ecutl era tu comida diaria, mas o menos...? Trigarthon advirti6 que todos le miraban, y en su alma se produjo un sentimiento de afecto hacia aquellas gentes que le colmaban de atenciones. Al ver los ojos de Rosina fijos en l1, su coraz6n fue presa de una sabita y ardiente sensaci6n de inquietud, que s61o dur6 un instant. Al recuperar la calma, sonri6 y con serena voz asf les contest: -Mis padres tenian un conuco detrAs de la loma, que yo lo he mantenido y produce plAtanos y maiz y yuca y batata. Y tenfa una vaca que me daba dos botellas de leche at dia. Y con mi nasa yo sacaba muchos pescados del mar. Y tenfa un criadero de langostas. Cuando se muri6 mi madre, yo aprendf a cocinar, sin que nadie me ensefiara. Yo comia todo lo que queria, y lo que sobraba lo vendia en Saman&, para comprar ropa y f6sforos y... otras cosas.