se les unieron los abogados Leroy y Vergara y despu6s subid el detective, quien entire jocoso y serio dijo al doctor: -Traigo un mensaje para usted, doctor Desaix. El niflo mi- mado de la casa, el hijo de Anfitrite, como le llama el pro- fesor Croiset, me ha suplicado que suba y Ie diga que 61 le pide perd6n por haberse propasado con usted, hace un m-o mento, cuando usted y la sefiora Vergara entraron a la caseta de los botes. -Le agradezco que se haya usted molestado, senior policia, y no s6 si le pido demasiado at rogarle que le exprese a Tri- garthon que no tiene por qu6 excusarse, porque fui yo quien le invit6 a que demostrara la fuerza de sus mdsculos levantAn- dome en peso. -Me pareci6 entender que usted le habia pedido que levan- tara a la sefiora de Vergara... -Si, es verdad. Ya veo que usted es buen sabueso y sabe ofr a trav6s de las paredes. Le felicito por su eficacia. -Perd6neme, doctor, pero fue Trigarthon quien me lo in- form6. Ya sabe usted que el pobre muchacho tiene el vicio de ser sincere. Con su perd6n, damas y caballeros. -Y sali6, dejando a los demAs en un silencio embarazoso. La sefiora Vergara cont6 la sucedido, y todos rieron, rompi6ndose el hielo que el detective habia creado con su ironfa sajona. La comida fue espldndida, mAs de lo acostumbrado, porque se celebraba el cumpleafios de Rosina. Al final tuvieron, natu- ralmente, el pastel con las velas encendidas. Luego pasaron todos al balc6n. La noche era caliente y el cielo estaba encapotado. El doc- tor Desaix se apresur6 en contar at professor la escena de la mariana en la casa de botes. Hubo chistes y frases mordaces. El professor coment6, refiridndose al detective, que el good humor ingl6s no tenia limites... El abogado Vergara, recor- dando la esplindida comida que acababan de tener, felicit6 al professor por tener tan extraordinario cocinero. -Felicit6mosnos a nosotros mismos -contest6 dste-, por saber apreciar una buena comida. Es bueno siempre distin- guir: una cosa es saber cocinar y otra apreciar lo cocinado. Un buen cocinero es hombre perdido si no tiene a su alrede- dor personas que sepan apreciar lo que 61 cocina. La gastro- sofia no es tan s61o la ciencia de la cocina, sino tambidn el arte de poder y saber apreciar una buena comida. Esto, que podria ser una definici6n, Ileva en si una interrogante: ddebe el gastr6nomo saber cocinar y tiene el cocinero a su vez que