lomd de Las Casas se entusiasma al describirlas y las compare con las de Espafia. La tala de los bosques y la falta de cultivo las han exterminado. Apenas quedan algunas, como la guayaba, el hobo, el mamey y la guanabana, que los indios no se atre- vian a comer, porque Ia consideraban alimento destinado al alma de los muertos. El origen de esta creencia, segdn Las Casas, era que la fruta amanecia mordida, y los aborigenes pensaban que eran los espfritus, cuando en realidad eran los murcidlagos que las comian durante la noche... --Tienen ustedes hoy dfa una cocina propia? -pregunt6 Leroy. -La respuesta amerita algunos comentarios previous. En tdrminos generals somos parcos en el comer, especialmente los campesinos, que constituyen el n6cleo mis numeroso de la poblaci6n. Hacemos tres comidas: el desayuno, que mis o menos es como el europeo; el almuerzo, a base de came de res, cerdo, polio, alg6n vegetal hervido o frito, ensalada y pos- tre, y la cena, que es ligera y se toma temprano al anochecer. Se consume poco pescado, prefiridndose el bacalao seco y sa- lado, que se importa del Canada. El platano verde se come en abundancia, sancochado; la batata y otras races feculosas, como el yame, yautia, mapuey, que tambidn se consume en apreciable cantidad, cocidas en la misma forma, o ralladas y hechas arepas o tortas. No tenemos una cocina aut6ctona, como no la tiene ningdn pueblo de Amdrica, con excepci6n, tal vez, de Peri y Mdxico. En cuanto a nosotros, various factors han conspirado para que sea asi. Primeramente, el pais es muy joven, y ya se sabe que la buena cocina es el fruto de la expe- riencia y la tradici6n, elements 6stos que a su vez son el resultado de los siglos. Luego, la condici6n de pais insular y, lo que es peor, pequefio. Parece que en material gastron6mica la limitaci6n geogrifica es factor preponderantemente adverse. La insularidads tambien parece desfavorable: ahi tenemos a Inglaterra, que ni tiene cocina ni sabe comer, a pesar de los esfuerzos que durante siglos ha hecho Francia para ensefiarle... Una carcajada general interrumpid la peroraci6n del abo- gado Vergara. Despuds de un ameno intercambio de comenta- rios, el abogado continue: -Otro factor muy important es la mezcla de razas. Somos los descendientes de una inconcebible promiscuidad de tipos: tafnos, africanos y espafioles. De los primeros no heredamos nada. De los iberos, muy poco en material gastron6mica, por no decir otra cosa. Recordemos que el conde de Keyserling