tas veces los ciclones tropicales la hicieron pedazos con la furia de sus vientos endemoniados. Cuando Trigarthon la conoci6, de nifio, ya era propiedad de una familiar rica, cuya cabeza era el jefe politico de toda la provincia. Ahora iba a ser recons- truida de nuevo, despuds de muchos afios de estar cerrada y abandonada. JPara que la iban a reconstruir? iQuidn la viviria ahora? Apenas podia colegirlo por algunas palabras sueltas del abogado. WVendrian unos extranjeros a ocupar la casa, tan pronto estuviera reparada y amueblada., zQui6nes serfan aque- Ilos hombres, para cuyo bienestar iba Trigarthon a trabajar? Su cerebro se colmaba de menudas ideas y recuerdos, que no lograba hilvanar, y que se mantenian dispersos y confusos en el fondo de su mente Ifmpida y serena. Sorprendido, de repente se dio cuenta de que sus brazos habian dejado de remar y que el bote estaba completamente inm6vil sobre las tranquilas aguas. No podia comprender su conduct. iPor qud no continuaba remando? eQut lo hacia vacilar en su camino hacia la casa grande? eSerfa mejor, tal vez, devolverse y continuar como antes, en su choza, libre, sin amos ni obligaciones? Habia sido feliz en su pobreza y en su soledad. Ahora iba a vivir entire muchos hombres, descono- cidos todos. uQud serfa mejor? Una fuerza misteriosa le obli- gaba a retardar su liegada a