OVER dias. Aquellos individuos eran gentes oscuras, sin educa- ci6n, que trabajaban seis meses en la factoria y pasaban seis meses sin trabajar. Eran hombres sin ninguna idea fija, que vivian sin saber con que objeto. Cuando permaneciamos largos rats sin hallar de qu6 hablar -ellos bostezando, yo como un animal apaleado-, al- guno decia: -Vamos a beber. Y se bebia. 0 proponia otro: -Vamos al cafetin. (Que tambi6n equivalia a beber). Y todos marchi- bamos hacia alli. Pero nadie sabia con que fin. En el bajo fondo de la ciudad vivi aquellos dias inolvidables. Aque:-los sujetos no eran malos. Sus vidas estaban anegadas en un fango de ignorancia y vicio, que hizo de ellos su presa desde que nacieron. Trabaja- ban en el ingenio como bueyes, afio tras afio; tenian muieres, hijos, y no pensaban en ellos. Iban donde las mujeres pihblicas. Bebian, &por que?... Yo tambi6n bebia, jy no sabia por qu6 lo hacia! * 0 HallD una prostitute que se enamor6 de mi. Era una mujercita delgaducha. de ojos oblicuos, mulatita. ca- rifiosa como una gata mimada. Sin embargo, me pro- ducia la impresi6n de un animalillo inofensivo que ha- bia sido muy maltratado. Cada vez que nos veiamos en el cafetin donde vivia, se me colgaba al cuello y me decia: -Papito: sAcame de aqui. iSacame de aqui!