RAMON MARRERO ARISTY A veces hay averias en la via, hay much trabajo en el hospital, o alguien olvid6 la Ilamada que hiciera el mayordomo o el policia de un batey avisando que alli muri6 algin pe6n, y los muertos entonces son recogidos cuando ya despiden mal olor. La ambulancia pasa por ahi, con su cruz roja, ya la gente la mira sin comentar. Ninguno se informa de qui6n habri muerto. "dQu6 mis di? Siempre sera un trabajador cuyo cuerpo serA lIevado desde el hospital hasta el cementerio del pueblo en una carreta, metido en un caj6n cuyo precio de cost no pasa de dos d6lares. eQu6 mis dA? Siempre sera un pe6n". Eso parecen pensar. La ambulancia sigue yendo y viniendo con sus cajas negras. Cuando me dijeron que mi mujer habia sido inter- nada en el hospital no lo quise career. eC6mo era posi- ble? iNo podia serj Llamr al pueblo por telefono, pedi informes apre- suradamente, Supe entonces que el m6dico que la asis. tia hizo cuanto pudo por no operarla, pero que llegadu el moment decisive, hubo que resolverlo; y como 61 no tiene clinic adecuada y en el pueblo no hay un es- tablecimiento piiblico de ese g6nero, ni ain en toda la provincial. -ic6mo yo no podia pagar una clinic par- ticular!- no qued6 otro remedio que Ilevarla alli, y la Ilevaron. iEra cierto! Senti que la tierra se abria a mis pies.. Perdi el equilibrio y no acertaba a hacer nada en debida