RAMON MARRERO ARISTY zafra, trajo a un nuevo superintendent de distrito. Es un hombre muy interesante, que le esta pro- porciowrindo buenas economics al central. Dicen que fu6 r:ndmiistrador de un ingenio important en Cuba, cargo que abandon o perdi6 en circuntancias que aqui se ignorant, y que por no volver a casa de los suyos, se ha conformado con un puesto de tercera o cuarta categoria en esta compafiia, donde a pesar de ello se le distingue como quiz&s a ning6n jefe de departamento. A simple vista se ve que es persona que ha recibido buena educa- ci6n y de cuna que esti muy por encima de la que dur- mi6 a un Mr. Robinson ,por ejemp!o. Su nombre es Julius Elliot Norton, pero todos le llaman nada mas que Mr. Norton, con gran familiaridad, porque es hombre muy simpatico. A diferencia de los otros blancos, que no miran a nadie cuando pasan por los carries sin detenerse. Bste gusta de hablar con los empleados inferiores y hasta con los peones. Conoce el espariol de manera admirable y lo pronuncia muy bien. Lo que no habla es patois a pesar de que lo entiende perfectamente. Con frecuencia se de- tiene en la bodega, y charla durante horas muertas con- migo. Es raro el dia que no me encarga naranjas, polls y viandas. -Usted compra esas cosas a buen precio -me dice sonriendo-. A mi me costarian muy cars, porque me las venderian como a un mister. Mr. Norton s61o gana ahora trescientos cincuenta d6lares mensuales. El mismo me lo ha dicho. Pero to- dos saben que este hombre tiene grandes posibilidades dentro de la compaiiia. Casi todo el tiempo que Mr Norton le dedica a esta colonia lo pasa en mi bodega. Entra a esta secci6n