OVER V los negros, agarrados a los hierros de los vagones, ahoca, sin panes, ni sardinas gratuitas, flotaron nueva- mente como banderas multicolores. Se fu6 la maquina con su melena de humo negro, y se los Ilev6 a todos, gastados, sin dinero, decepcio- nadcs hasta el afio que viene, o hasta mas nunca tal vez. Se acab6 la zafra. Ahora me he quedado solo en esta bodega, mirando c6mo los campos de calia reci6n abatidos, renacen de nuevo imperturbables, eternos. Ya en algunas parties la plant ha crecido y esta "de un trozo', ibzana. En cambio, los que la cortaron, 6sos, jamAs reverdeceran. Se acab6 la zafra. Pienso en lo que sera mi vida durante el tiempo muerto. Deudas. Terror de inven- tarios. Ya no habra ventas que permitan sacar over. Los hombres a quienes les quitaba parte de su journal se han marchado; ise han marchado y no los puedo dete- nerj Me quedan algunos viejos sin fuerzas, abandona- dos por complete a la finca, sin pies para salir. Ya los ver6 desde aqui hoyando en los patios, buscando alguna batata que quizAs haya quedado oculta entire las yerbas desde una vez que alli hubo unos bejucos que el poli- cia hizo arrancar al descubrirlos. Les ver6 hoyar, hoyar, hasta encontrar alguna raicilla que le disputare al pio- gAn. Vendran a la bodega a comprar un centavo de azfi- car, un centavo de harina de maiz, un centavo de pan; y yo seguir6 revolvi6ndome, encerrado en esta bodega, como en una prison. Se acab6 la zafra, y no puedo career que haya ter- minado simplemente porque la cosecha tocara a su fin. Me parece que todo ha sido calculado para hacerme una maidad. Los hombres se fueron y creo que lo han hecho porque saben que se vengan de mi al marcharse.