OVER ba, y parecia un gato jugando con un rat6n. Desde ese momni.,o senti que algo me amenazaba... M:s presentimientos se van cumpliendo. Ayer recibi un memorandum del manager, que dice: Mr. Daniel Compres, Encargado de Tienda. Muy senior nuestro: Tengo a bien hacerle saber que la casa que el de- partamento le tiene asignada a used en ese batey, por el hecho de star anexada a la bodega, s6lo puede ser ocupada por used y su familiar mAs inmediata. Atentamente A. M. Robinson General Manager. Qued6 como si un rayo hubiera caido a mis pies. Permaneci largo rato con el papel en la mano, sin ver- dadera noci6n de Io que ocurria. Mi lengua era un trozo de hielo. Mil veces me preguntaba: "iDios! iC6mo le dird esto aI marido de mi cuiiada?" Pero el caso era urgente. La tarde pas6 y entr6 la noche, y yo me cansaba de darle vueltas al asunto, sin querer abordarlo. Hasta que al fin, ante la disyuntiva de proceder o quedarme sin empleo, llam6 al hombre y le ensefi el papel. iQu6 vergiienza vi en su rostro! iY qu6 mal me sentia 149