OVER ti :'s hasta la cama. Alli la encontre sollozando, con la caLeza enterrada en una almohada. Le pregunti: -cPor quo Iloras? Sin cambiar de posture me dijo: Por nada. Su respuesta me molest. y moderando una brus- quedsd que me hervia adentro, le interpel6: --Por nada? cPor que no eres franca? iDi claro que te molest que yo tenga amigos! iQue beba un poco de ron! Sollozaba mis fuerte. Estaba al borde de un ataque de nervios. Yo sentia pena y tambi6n ira. Le dije brutal- mente: -iNo me fastidies! Si te instruyeras, si quisieras servirme de algo, no tendria necesidad de amigos para pascr un rato. iEn lo sucesivo me ir6 a otra parte para evitar estos ridiculous espectAculos! Hablaba mientras me desnudaba, sin tender a los sollozos de la mujer, que cada vez eran mis fuertes. Cuando hice silencio, me pareci6 que se ahogaba. Fui hacia ella, y al verla, not6 que habia perdido el conoci- miento, o que estaba al borde de ello. Respiraba con suma dificultad. Su pecho se inflaba como si fuera a re- ventar, aspiraba el aire ruidosamente y sus ojos estaban arrasados de ligrimas. Al verla asi, me Ilor6 el coraz6n. -Calla, calla... -comenc a suplicarle como a una niiita- icalla! Y no sabia decirle otra cosa. -Yo voy a ser mejor, calla. Calla, calla... Yo sere mejor --le seguia diciendo. Y peinaba su cabeza con mi mano, mientras las des- cansaba en mis piernes. Enterraba su rostro en mi vien- tre y Iloraba.