RAMON MARRERO ARISTY !-"No .lo sentiras, porque ella endulzarg tu vida. Despubs de tu dia de faena te harA dormir sin pensai en la miseria ajena, porque el hombre dichoso es egoista". -'"iCompafiero!... Casi me convences, jcasi me convences! Te has asociado con la soledad; la noche, como un nudo, se aprieta. iSu recuerdo estA siempre en mil Dentro de poco...". --Seras feliz[". -"dSeras feliz?". --"CCierto?". -"iCierto! Y la esperanza ha embalsamado el ambiente. Y el recuerdo de los hombres gastados se ha hecho borroso. Ella ha tornado asiento y con los ojos sofiadores entor- nados, ha sonreido en su espera. El deseo de vivir otra vida ha crecido como una flama. IEL suefio ha venido y ha volado conmigo en sus brazos! * ** Amanece. Ya en el trabajo, recuerdo el dialogo de la noche anterior, y a luz del dia pienso: "El hombre dichoso es egoista --djo la voz-, pero dsoy yo dichoso? Y si lo soy epor que me siento abominable entire los demAs? En los primeros meses robaba onzas, centavos, y adulteraba cualquier comestible, con cierto cargo de conciencia; mAs acallaba la voz acusadora dici6ndome: "No es para mi La necesidad de sostenerme me obliga". Pero hoy, qu6 puedo decir?". Una tarde le dije a mi novia: "Nos casaremos den- tro de un mes", y desde entonces insist en el robo has- ta la impiedad. Le he quitado onzas y centavos a indi- 118