OVER promisi6n para los blancos, desde que Col6n puso el pie aqui. Ayer esclavizaron a los indios, los despojaron de sus tierras y su oro, violentamente, y les dieron muerte cazAndolos con perros, porque entonces las cosas se ha- cian en esa forma. Hoy vienen a despojarnos y a ser- virse de nosotros, "solicitando" permisos de los gobiernos -respaldados por su gran naci6n- para hacer inversio- nes "que favoreceran al pais", pero el fin y los resultados son los mismos, Ya no traen negros del Africa, porque no hay necesidad de ir a buscarlos tan lejos, ni de pa- garlos tan cars. Las ideas del Padre las Casas se pueden seguir practicando con haitianos y cocolos alquilados. Y como el inglesito trate de insistir demostrAndo- nos sus ideas, Valerio, cabeceando, rezonga desde un saco de arroz: -No tan s6lo de pan viviri el hombre. [No tan s6lo de pan! Y aqui s61o hay muy poco pan para el cuerpo, iy ron para el alma! Y no podemos menos que reir, porque la risa del hombre cabe en toda amargura. No tan s61o de pan, ino tan s61o de pan! Y aqui ni siquiera de eso viven, sino de guarapo de cafia. Creo que mientras viva no olvidar6 al viejo Juanico Pipi. Es un ancianito que sufre de hernias horribles. Sin hijos, agotado, casi muriendo, corta cania cuando su en- fermedad se lo permit. Un dia, con esa risita de idiot que no le abandon, me contaba la historic de su noche anterior. -Mire vale, y cuando vine a la bodega y la vide cerrA, me se cay6 el mundo a Io pie, porque no me atre- 103