OVER una simple industrial, ha invadido todos los rincones de la economic regional y ha matado al pequefio comercio native, subordinando a su interns today disposici6n que se haya tornado para proteger a los demis. --Pero esto no se puede denunciar? -pregunt6. sinti6ndose dispuesto a hacerlo. -No suefies -me responde-. Quien able aqui de hacer denuncias, ya sea pe6n, empleado o particular, sera calificado por la compafia de "comunista", "ele- mento agitador", "trastornador del orden social", y no faltarA por ahi un lider de la region, de esos que tie- nen contratos de cafia, que Io acuse de algo peor, con pruebas y testigos... Esto me solivianta. No puedo callar. -Es absurdo -digo--. No puede haber quien tome en cuenta acusaciones tan ridiculas. iComunistas aqui? iS61o hay miserial Nuestro pueblo sufre une economic semi-feudal. Nuestras ideas son profundamente bur- guesas. Ademas, como dicen los que escriben sobre esas cosas, 'no hemos cumplido las etapas sociales" indis- pensables para tal transformaci6n. El campesino aqui s6lo aspira a tener conuco, potrero, animals, que desea aumentar cada afio. El habitante de los pueblos es pro- fundamente burgu6s. Suefia con la casita, con la mujer y los hijos, con la vida holgada. En cuanto a los traba- jadores de estas fincas se refiere, nadie menos capacita- do que ellos para pensar en cosas que no conocen ni de nombre y que de oirlas, probablemente no las enten- derian. El native que vive en la finca es un sujeto gas- tado, sin equlibrio moral, incapaz de reaccionar en sen- tido alguno. Puede hablar tonterias como un niiio, cuan do el hambre, su eterna compafiera, lo muerde muy duro; pero tan pronto ve el pan, jcalla y rie! Y si a