OVER dolo. Todo el dia ofrece balazos. Promete romper pier- nas y cabezas. Todo el dia suelta denuestos, escape y bebe ron. Yo soy de los pocos que quizas he adivinado un buen coraz6n debajo de esa corteza de injuries, ame- nazas y palabrotas. -Vale, a usted le teme esta gente -observo. Y 41 responded: -Bodeguero, e que ei que trabaja con n'eta maidi- ta compaiia tiene que jacei de trip coraz6n pa cumpli con su debei, poique e veidA que eto blanco son la gen- te mi rica dei mundo, pero tienen la jambre metia en lo seso. Y luego, con su proverbial locuacidad va expli- cando: -La polecia tengamo que andai con cuatro ojo. Por'aqui no pu6 cruzai un probe campesino con un andu- Ilito, ni con una caiguita e maji, ni con cosa aiguna de la que vende la compaiiia en la bodega. Si lo peone ha- cen un pelaito por'ahi, y siembran una batatica manque sea, o un majicito, 1di'una ve tenemo que meteile ma- chete y picaiselo t6! Poique eso le peijudica a lo blanco, iy riase ut6 si a uno se Ie pasa aigo deso! Que di'una v6 le tan Iloviendo rayaso, como si uno fuera un mu- chacho o aigin jijo d'ello. jY c6mo yo me conoco!... ut6 me v6 que soy ei terroi de lo probe mafiese, poique lo que soy yo no le aguanto vaina a naiden. Lo que dice el policia es una incredible verdad. Los trabajadores de la finca s61o pueden gastar su dinero con facilidad en la bodega del central, porque este di- nero generalmente no es tal, sino vales, y porque las pocas veces que a sus manos liega una moneda, no ha- len otro sitio donde gastarla. S61o algfn campesino vendedor de platanos puede