OVER "tiempo muerto" como un portazo a todo el que solicite trabajo. Pero, jse debe perder la calma porque su padre le haya dicho a uno cosas como sanguijuela, y luego fal- tara poco para que le despidiera a la francesa? Pensemos en ello. Es innegable que hoy no se tiene un centavo, que se estA s6lo en el mundo -aid en este pueblo donde se ha criado uno-, que ya los compafieritos de los dul- ces dias de la infancia no aparecen. Unos son sefiores licenciados, doctors, o simplemente grandes propieta- rios: otros, herederos afortunados, por designios del des- tino o de la vida, ila vida! Ella nos junta en la escuela cuando somos inocentes, y alli llegamos a la intimidad, practicamos la camaraderie, iSe necesitaria ser nifio corrompido para tener noci6n de superioridad social en esa 6poca! Pero despu6s... jOh, las cosas cambian! Cada uno coge su rumbo. Unos nacieron para esto y otros para aquello. Estos tienen dinero y aquellos no. Cada cual toma su send, 6ste hacia arriba, aquel hacia abajo; quien se va metido en un caj6n entire cuatro, hacia el cementerio. De ese no se habla m6s. Y luego, los que fueron en contrarias direcciones, se hallan un dia en Ia vida: -"Adi6s'. -"Adi6s". Al mAs diclioso le queda una duda: -"-Nos conocimos?... Pero, ed6nde? iC6mo?... iAh, si!... ;Fu6 en la escuela!". Y como en su rostro se reflejara una emoci6n pasajera, la dama que va a su lado -bien alimentada, esbelta, bella, traje fant6stico- le pregunta mimosa- mente: