Con lo expuesto queda evidenciado el carácter y el espíritu que ha de informar un REFORMATORIO. Todo lo que se deriva de esta noción es la labor de los especialistas encargados de la in¬ gente y noble función encomendada. DE LAS MEDIDAS QUE DEBEN TOMARSE EN CUANTO A NUESTRO REFORMATORIO Desde luego que conviene ratificar la idea de que nuestro Re¬ formatorio es una institución aislada y por tanto sin las conexiones consiguientes con los Tribunales Tutelares de Menores y las otras instituciones a las cuales nos hemos referido en el curso de este trabajo de manera muy somera. Partiendo de este hecho vamos a proponer lo que a nuestro leal saber y entender debe verificarse ahora, hasta tanto se levante el gran edificio en el cual deben ser atendidos nuestros jóvenes delincuentes. Hemos dividido el plan en los siguientes aspectos: Situación del Reformatorio.—Edificios. — Funcionarios. — Contingentes de me¬ nores. Situación:—El lugar y la extensión del campo destinado al Re¬ formatorio nos parecen excelentes. Edificios.-—Todos los edificios existentes deben ser destruidos, una sola excepción, menos la casa del Director. En lugar de los que se levantan allí, debemos erigir : DIEZ casas con cuarenta habita¬ ciones cada una debidamente aisladas, conforme al proyecto que se confeccione, pero en las cuales ha de notarse el tipo de casa con las comodidades, aunque sin lujo. El carácter de las mismas es de ofre¬ cer junto a las excelencias de la construcción el espíritu estético, atrayente y grato de la Vivienda noble, saludable e higiénica. ■Dos casas para escuelas con seis aulas cada una. Una casa club. ...... | lUn gimnasio. Una casa para reclusión. Una casa hospital. i Casas talleres. Una o varias viviendas para los funcionarios. Campos de Deportes.—Campos de cultivos.—Banda de Músi¬ ca.—Gabinete Psicopedagógico.—Todos los elementos concernien¬ tes a la provisión de un buen hospital y gabinete dental.—Trajes de sports.—Radio, cinematógrafo.—Constitución de Ligas, teams, aso¬ ciaciones.—Conferencias.—Uniformes.—Cantos e himnos propios pa¬ ra los reclusos. 12