entremos ahora en la exposición ligera de la organización de un Reformatorio. Lo primero es tener una perfecta noción de la peí' sonalidad del menor, para lo cual es preciso reunir el mayor nú¬ mero de antecedentes respecto del mismo, lo que nos puede pro¬ porcional el Tribunal y los que se deduzcan o descubran en la Casa de Observación. Debe imperar en los educadores o reformadores del Reformatorio un claro concepto del cumplimiento del deber y de la trascendencia de la labor que efectúan, un alto espíritu de justicia, de constancia y de entusiasmo y fe, aparte de las condi¬ ciones de capacidad y de técnica especializada del Director y de los pedagogos. Examinado el menor desde el punto de vista técnico médico, pedagógico, se le da 'ingreso aseándolo en su persona y dejándolo solo en su habitación o en el lugar de aislamiento, después se ha de comenzar un examen MEDICO-PSICOLOGICO, ESCOLAR, PROFESIONAL para decidir la sección que ha de corres¬ ponderle. Durante el internado se ha de procurar el procedimiento de su educación, reeducación, reforma o corrección y la ausencia ab¬ soluta de todo sentido penal punitivo. No conviene, sin embargo, desechar los premios y las recompensas, así como ciertos castigos y represiones utilizados con sumo tacto, sobre todo estos últimos. Hay que dejar al menor cierta libertad, pues es bien sabido que nada exita más el ánimo del menor que la extremada sujeción. En el Reformatorio debe haber enfermería, escuela, talleres, departamento de observación, médico-psicológico, biblioteca, salo¬ nes de actos, jardines, huertas, piscinas, campos de deportes, de cultivos variados, etc En la escuela y talleres se enseñará al menor de conformidad con sus aptitudes y aspiraciones. Deberá haber gran variedad de talleres: carpintería, mueblería, ebanistería, herrería, fragua, me¬ cánica, hojalatería, imprenta, encuadernación, marmolería, sastre¬ ría, zapatería, escultura, pintura, dibujo, etc. El medio en donde viven los jóvenes debe ser ameno. Al que trabaja se le pagará una adecuada compensación abonándole sus jornales, vendiendo aquellos trabajos que fueren posible. Tendrán su libreta de banco. Cuando el Reformatorio sea para niñas, las labores se¬ rán en consonancia con el sexo. En caso de enfermedad para evitar contagio se trasladará el menor para el hospital, clínicas o establecimientos apropiados. El método de la individualización es el más eficaz y fecundo según las modernas tendencias educativas. 10