viesen dispuestas a cooperar con los Estados Unidos por comprender que al quedar limitado para todos los abastecedores el precio del azuicar, quedarfan tambi6n limitados los de los dem&s articulos, lo que probablemente no sucederfa si fuese Cuba la imica en vender toda su zafra a un precio determinado. La propia firma comercial referida entiende que el peligro para Cuba es todavia mayor en cuanto a la fabricaci6n de las mieles que respecto al azticar, pox estar mejor preparada que otras 6reas para el almacenaje de mieles en espera de buques-tanques, estimando que si pot esta circunstancia nos vi~semos obligados a elaborar en forma de azicar una proporci6n menor de nuestras cafias, a fin de dejar m6s para las mieles, deberia compens6rsenos adecuadamente, o por lo menos dejarnos en libertad de producirlas o no, cuya compensaci6n pudiera consistir en la obligaci6n de fabricar mieles ricas, pero establecer para ellas el mismo precio-techo que para el azizcar, menos las economias inherentes a su elaboraci6n, el cost de los envases no utilizados en ellas, los tips m6s bajos de flete y los gastos de manipulaci6n, con lo cual, por lo menos, no habria perjuicio en fabricarlas. Partiendo de un punto de vista opuesto hemos oido la opini6n de algunos hombres de negocios en el sentido de que el precio-tope de 2.65 centavos la libra de az-dcar, libre a bordo, es un buen precio en las circunstancias actuales, con entera independencia de las razones politicas y sentimentales que nos irnpelen a sacrificar un poco nuestros intereses econ6micos como medio de cooperar con los Estados Unidos e Inglaterra en la presented emergencia belica; agregando que si ese precio fuera mayor servirfa de estimulo a los azucareros norteamericanos para aurnentar su producci6n, con el peligro consiguiente para Cuba una vez que esta guerra termine. Vamos a analizar brevemente estas diversas opiniones, emitiendo la nuestra muy modesta. En primer lugar, no creemos como el distinguido Letrado y hacendado Dr. Viriato Guti6rrez que sea prudente, ni tal vez posible para Cuba vender nuestra zafra azucarera pr6xima a un precio tope sernejante al alcanzado en las zafras de 1918 y 1919. Se oponen a ello ciertas consideraciones econ6micas y politicas; econ6micas, porque nada lograriamos con entablar una competencia de precios con los Estados Unidos que pudieran hacernos pagar muy cara nuestra altaneria, ya neg6ndonos ciertas materias primes que necesitamos para la producci6n azucarera, ya ofrecifndonos a un precio excesivo esas materias primes y los dem6s productos elaborados que de ellos importamos, no solo para esa industria sino para las dem6s existentes en nuestro territorio, y serfa absurdo sacrificar el porvenir de una naci6n al bienestar hipot6tico de una sola clase, por respetable que sea; politicas, porque si hemos prometido nuestra adhesi6n a la causa de la democracia, y hasta hemos declarado la guerra al Jap6n, Alemania e Italia no se compadeceria esa actitud con la pretension de explotar econ6micamente a las mismas naciones de las que somos aliados. Al llegar a este punto debemos aclarar que estamos enteramente de acuerdo con nuestro compafiero el Profesor Fleites en cuanto ..