"Queda entendido que este intercambio de notas constituye parte integrante del convenio comercial suplementario firmado hoy." Si se tiene en cuenta la forma democrdtica de gobierno de los Estados Unidos de Amnrica la promesa contenida en esta iltima nota s6lo puede traducirse, pr6cticamente, en el compromiso adquirido por el actual Presidente Mr. Franklyn D. Roosevelt de imponer su veto a cualquier medida legislativa contraria a lo pactado en este Convenio Suplementario; pero no nos garantiza contra los actos futuros del Congreso Norteamericano cuando ya no esti en el Poder nuestro qran amigo y las circunstancias actuales varien. Desgraciadamente, la historia de nuestras relaciones con los Estados Unidos de Amdrica en materia azucarera nos demuestra que los cambios de parecer de esa gran naci6n hacia Cuba respecto de nuestra importancia como naci6n proveedora de ese dulce han sido bastante frecuentes y, en los Altimos aflos, desfavorablemente para nuestro pals. Basta recordar que el premio recibido por nuestra patria al sacrificio que hicimos en las zafras de 1918 y 1919 vendidndole nuestro azdicar a los Estados Unidos al precio fijo de 4.60 y 5.50 centavos la libra, libre a bordo, fu6 que en 1921 se implant6 una tarifa de emergencia que aument6 los derechos de importaci6n a los azicares cubanos, cuando los precios eran catastr6ficamente bajos. a 1.60 centavos las cien libras; y esos derechos al afio siguiente alcalizaron a 1.7648 las cien libras, hasta que la Tarifa Hawley-Smoot, de 1930, los aument6 a 2 centavos por libra. El efecto indirecto de estas medidas fu6, como lo ha reconocido la Foreign Policy Association en su famoso informe titulado "Problemas de la Nueva Cuba" (p6g. 270) "el de estimular la producci6n dom6stica de aziicar dentro de las murallas aduaneras y reducir, de esta manera, la extension del mercado cubano", sin desconocer otros factores que actuaron en el misnio sentido. Y desde el punto de vista de nuestra political interior coda uno de esos aumentos de tarifa impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos, precisamente en los momentos en que existia una gran depresi6n en los precios del azfIcar nos provoc6 trastornos de todo orden, tanto econ6micos como sociales, politicos y financieros. Por esa raz6n hist6rica no nos sentimos muy seguros con el simple hecho de haberse incorporado esas notas diplomdticas al Convenio Suplementario que venimos comentando, porque su validez intrinseca depende de la actitud que adopten hacia Cuba los futuros Gobiernos Norteamericanos y de su mayor o menor memoria para recorder el sacrificio que representa para nosotros los cubanos vender nuestra pr6xima zafra al precio tope de 2.65 centavos la libra, lil-re a bordo. Esto no quiere decir que desconozcamos el gran esfuerzo echo por los comisionados que nos representaron en este asunto para lograr el m6ximo beneficio para Cuba, ni tampoco el gran paso de avance que representa el hecho de haberse reconocido piblicamente por el Embajador de los Estados Unidos la importancia de nuestro ..