Ia vieja generaci6n. Por eso es inolvidable su renacimiento octogenario, que conmovi6 todos los corazones sensibles de la juventud cubana y los estremeci6 de pura emoci6n cuando en 1930 recibi6 el espontdneo homenaje del estudiantado universitario. El despertar cubano surgi6 de nuevo a ]a vista ya cansada del 1iimo gran fil6sofo. Fu6 como si todo su formidable esfuerzo de aislamiento, de rectitud austera, de ejemplaridad intelectual hubiese frutecido magnificamente para regalo de su espiritu. Un ideario juvenil honesto, sincero y viril aport6 un nuevo sentido epocal. De la Universidad precisamente baj6 a la calle, al pueblo desilusionado y abatido, esta fe renovada en su destino. Un severo movimiento intelectual se congreg6 en una Revista joven: la "Revista de Avance". De as aulas universitarias salieron Mella, Barcel6, Aureliano Sdnchez Arango y otros a fundar el movimiento revolucionario social con perfiles te6ricos definidos. La c6ustica pluma de Rail Roa y su dgil dial6ctica sentaron las bases del izquierdismo estudiantil. Por primera vez en la Rep6blica, la ideologia cubana volvi6 a la obra de arquitecturar el destino nacional. La joven generaci6n universitaria comprendi6 plenamente el deber en que estaba de inyectarle a la Universidad y a la Repziblica un espiritu distinto, acorde con los nuevos imperativos de la historia. Comprendi6 cabalmente que la rutina acad6mica no es la misi6n de la Universidad, que ha de unir a su vocaci6n espiritual y a sus disciplinas intelectuales una tarea de permanente servicio social y ecum6nico. Comprendi6, ademds, ]a necesidad urgente de torcer el rumbo de la vida politica y social, salvando con los sacrificios y dolores de un nuevo esfuerzo revolucionario el trdnsito hacia el future. Toda esta obra, en los hechos reales, adolecia del grave peligro de la inmadurez. El proceso renovador recomenzado, sin sentido arquitect6nico real, no podia alcanzar basamentos perdurables. A la coyuntura favorable de la primera sacudida tenia que suceder, como sucedi6 rdpidamente, un fugaz periodo de tanteos infructuosos seguido de una lase de restauraci6n que todavia estamos padeciendo. Esta fase de restauraci6n ha influido poderosamente, creando una ca6tica confusi6n, en la inteligencia cubana. La Universidad, sobre todo, como organismo cultural, no puede plegarse a ella. Renuncias y cansancios ban querido tender un velo sobre la pesadi11cr revolucionaria achac6ndole el cardcter de un desastre. Sin embargo, es esta posici6n mucho m6s peligrosa que las consecuencias del tracaso revolucionario que se critica. En efecto, una postura intelectualista podria ser el primer paso hacia un abandono total de los deberes hist6ricos inherentes a la intelectualidad. La etapa restauracionista cobraria permanencia e indestructible rigidez. El vaclo se haria cada vez mayor hasta absorberlo todo. La Universidad, convertida en academia profesionalista, anunciaria la ruina definitiva: la retirada cobarde de toda una generaci6n del escenario hist6rico Propicio. Para evitar esta retirada, que ya tiene muchos sintomas visibles; Y contribuir por el contrario, en el 6mbito universitario, a robustecer ..