A UN ANO DE ROSTRO PERDIDO" 149 tambin un ser carnal, y la seduce. Una vez conquistada, el Don Juan ha logrado lo suyo. Ha sido sincero al requerirla, sincero al hablarle de sus desvelos, sincero al poseerla, y es sincero cuando su carne satisfecha busca ya otra carne de men tira para su insatisfaccin de siempre.. Pero entonces todo empieza para Angela Custodia. La entrada de ese ser lascivo en su vida la ha ordenado de otra manera. Antes estaba insertada de cierto modo en el orden de las cosas, y se encaminaba hacia un crespsculo tranquilo, en tregada a la devocin del futuro de su hija y del recuerdo de su amor perdido. Ahora ha pasado una rfaga sensual, feroz, y ha despertado fuerzas primitivas que ella crea desterradas de s para siempre; Angela Custodia ha vuelto a verse como no haba dejado de serlo nunca, un ser elemental, y el causante de toda esa ruptura (porque ha perdido el rostro del ser amado, ya no lo puede recuperar y esto es lo ms trgico de la historia), el causante, repito, vuelve la espalda, satisfecho, lanza sus antenas al mundo y sigue la ronda. No puede ser. Ella le pedir una explicacin, l no encontrar las palabras que ella le exige, porque no tiene nada que explicar (l la ha deseado, pero ella tambin), y lo matar. Y slo entonces, en el final, Angela Custodia hablar quedamente, tristemente, de una vida proyectada hacia un camino y desviada hacia otro, cuya sntesis es la muerte. 2. Este hondo drama psicolgico ha sido tratado por Eichelbaum con una riqueza de matices que en el personaje de la mujer alcanza notas sorprendentes. Y para ella no hay escapatoria, y por eso nos hubiera gustado ms que el autor hubiese calificado a su obra de tragedia. No bay escapatoria, porque reunidos Angela Custodia y Carlos Mara en esas con diciones, es fatal que ella ceda, fatal que l la deje, fatal el desenlace. Pero lo ms trgico es que ella no deja nunca de verse, ni de verle. Sabe qu distancias les separa, comprueba cunta bajeza les une, y no puede resistir. Eso es lo ms cruel, sentir que en esa vida ha entrado un amor frente al cual no hay ms remedio que entregarse y morir.