UN PEDAZO DE CHOCOLATE 145 excursin nocturna, hall muertos a los suyos, al marido y sus dos pequeos: Al pasar una patrulla germana oy el llanto infantil, descubri el stano y acab a tiros con ellos. As, el pueblo qued Juden rein, exento de judos, justificando el llamativo letrero colocado en la estacin del ferrocarril; por ello a los alemanes no les quedaba otra alternativa que acabar con esos tercos judos empeados en permanecer en la aldea. El paisano haba escuchado el relato de labios de la hermana de Jos, la que anduvo el camino hacia Varsovia y ms tarde pereci en el ghetto. Recuerda Jos a todos y no tan slo a su hermana; fu la suya una familia numerosa: tiene a quien recordar. Mas ahora su pensamiento slo abarca dos objetos: la fotografa del hijo de Patty y a Raquelita. Se imagina el aspecto de la nia cuando la mataron, cmo yaca con sanguinolenta es puma en los pequeos labios entreabiertos, y tal vez, tal vez haya agitado en aquel postrero instante sus piernitas igual que el nio vivo y risueo de Patty. Descuida, todo saldr a pedir de boca, con tal que acabe este estpido servicio militar.. oy la voz cercana del irlands. Desde luego, desde luego le contest mecnicamente Jos. Y t, dnde irs cuando te desmovilicen?... A Pa lestina?... pregunt Patty rendido ya de charlar todo el tiempo. Yo?. .. tal vez, no lo s... Cmo no lo sales ?... Pues, dnde se encuentra tu hogar?.. no quiso dar su brazo a torcer el irlands. Mi hogar?... No tengo hogar... Nac en Polonia y todos los mos han sido muertos, asesinados por los alemanes... ¡Oh! lo siento... dijo Patty con tono de quien de pronto se espanta al rozar una inadvertida llaga purulenta. El vehculo entraba en una de las aldeas alemanas alzada a la vera del camino. Por las ventanas asomaban brumosas miradas de espanto. Sbitamente un ronquido sordo estall en el interior del motor. Patty fren y ambos se apearon. Con dedos expertos recorrieron las entraas de acero del motor, que no paraba de roncar sordamente.