136 VVAE vstagos. Todos deban trabajar a sus rdenes en las faenas rurales que iniciaran en la tierra virgen. El nico pionero era Elizer y fue l quien organiz la ruda labor, realizn dola sin desmayos. Jacobo, de diecisis aos de edad, le secundaba en los numerosos y agotadores trabajos. Ellos asu mieron la ejecucin de las tareas pesadas: prepararon los la drillos de adobe, construyeron las precarias viviendas, los ran chos, tinglados y galpones, domaron potros, manejaron el ara do, rastrillaron, sembraron, recogan la cosecha, emparvaban, y en los pesados camiones sin elsticos -diez caballos atados a las varas y balancines acarreaban los productos vendidos hasta Puerto Coln. Los cuados de Elizer, hombres ms j venes que l y acostumbrados a oficios livianos, no se avinieron al duro trabajo; secundaban las ocupaciones de las mujeres en el tambo, la huerta y el gallinero. El bisabuelo Kive nada poda hacer; contaba setenta aos. Si bien su fsico se mantena erguido, su espritu estaba quebrantado. Durante cuarenta aos haba servido en el ejrcito del Zar, ocupando en los ltimos diez el cargo de mayordomo en una de las fincas reales. Esa fu la recompensa que obtuvo por su valiente actuacin en la guerra de Crimea. Por un edicto que rubric la misma mano que antes le favoreciera, fu despojado de su empleo por judo. Esta humillacin vino a sumarse a una gran des gracia que por entonces lo ensombreca. Meses antes haba muerto su segundo hijo varn, Gerson, de veinticinco aos, en quien cifraba grandes esperanzas; a su inteligencia y la sim pata que irradiaba su natural amable, se agregaba una vasta cultura y un gusto artstico refinado. Era poeta, estaba ena morado y falleci das antes de su boda. Su retrato evoca la figura de los escritores del romanticismo. Al perder a su hijo, el bisabuelo Kive se sinti profundamente agobiado y pens sobreponerse a sus desgracias abandonando la tierra natal, donde ni l ni los suyos podran en adelante vivir tranquilos y felices. Su tierra prometida fu la Argentina y si bien no colaboraba en las labores diarias, reclamaba mayor celeridad de quienes la realizaban y mejor resultado en sus fines. Pro testaba todo el da viendo que Elizer y Jacobo no reciban ayuda, y tambin debido a la existencia estrecha que sobrelle vaban en la chacra primaria, cercados por la soledad del cam-