130 DAVAB vspera de Sbado. Est disfrazado de viandante y los hu mildes aldeanos judos le ofrecen hospitalidad. Se sienta ante la mesa familiar; no se le escatima pan y alimentos. Luego entona un cntico y las voces de los presentes se le unen. Pasa la noche y el da del sbado con sus huspedes, y cuando em piezan a titilar las estrellas de la semana nueva, pide su costal de cuyo fondo saca una garrafa de generoso vino, bendice el sbado que se va y vuelve a tomar su camino, porque aun ha de visitar numerosos hogares donde distribuir sus dones. Cuando se ha marchado el husped, de la garrafa vaca brota un manantial de dulce vino santificado; y cuando se ordea la vaca, la leche corre sin cesar, y del olvidado costal caen ducados de oro, montones de ducados ¡ autnticos ducados de oro! Fu el Profeta Elias quien pas y distribuy sus dones. Pero grande y sin lmite es la codicia de la gente: para guar dar el vino tiran la leche del cubo, y para juntar los ducados tiran a su vez el vino. En castigo se desvanecen los ducados, el vino y la leche. Porque no se debe volcar la leche para llenar el cubo de vino, ni debe despreciarse el vino santificado por ducados de oro. La mayor parte de las obras dramticas universales toman la maldad humana como motivo central. Puede que la maldad sea pasin ms densa para el drama y la tragedia, que posea ms condiciones para el estallido, el enredo, para la vorgine de los sentimientos. Hirshbein escoge la bondad como motivo principal; moralejas sencillas, familiares, pero que poseen el dulce encanto de los cuentos de hadas. La bondad y la fantasa son tambin el leit-motiv de su obra en un acto Pasas y Almendras. En una casucha al deana, Fridele, nia hurfana de 17 aos, amasa el pan para el horno. Su madre ha muerto, y ella la reemplaza en el cui dado del hermanito enfermo. El padre llev una carga de lea para la venta en el villorio, y la nia se halla sola y sus lgrimas caen en la masa. De pronto se abre la puerta y entra una viejecita con un costal al hombro. De inmediato extiende por doquiera su ternura materna. No es un costal con harapos lo que carga; ¡son maravillas sin par! Saca del costal una falda de seda y zarcillos de oro. Fridele ya es ¡ alabado sea el Seor! moza casadera y ha menester