126 DAVAB impulsar la vida humana, recurran con frecuencia a ele mentos religiosos. Inversa fue la ruta del escritor judaico: hijos, la mayora, de hogares devotos, hurgaron con frecuencia cuando adolescentes en los libros sagrados del Zohar. De all a. la mstica, y de sta al simbolismo no haba ms que un paso, dado por numerosos escritores, poetas y prosistas judos. Como a tantos otros, los enigmas velados de la Cabala con dujeron a Hirshbein hacia el simbolismo. Se ha llamado a Hirshbein El Maeterlink judo. Sin embargo, si bien se mira, la poca netamente simbolista de su creacin no fu de mayor peso en el conjunto de su obra, y u inters consiste ms bien en que ha impuesto una mo dalidad peculiar a toda su obra dramtica: la de buscar el sentido oculto de las cosas y de la vida humana. Sus primeras obras, escritas en Vilno al impacto penoso que le caus el pauperismo de la urbe, respiran un crudo y a veces brutal realismo, como en La Carroa. Y cmo poda ser de otro modo? El joven poeta de espritu inquieto y ar diente imaginacin, que recin llegaba a Yilno del pueblo Klestchel, impregnado de conceptos idealistas, aun no del todo asimilados, sobre el esclarecimiento y la Haskal, se en frentaba de pronto con la vida de la ms honda miseria de las masas judas urbanas, y su espritu qued quebrantado. Tampoco la vida juda en las aldeas era un dechado de bo nanza; tambin en los pueblos y en las aldeas judas reinaba la pobreza; pero en la pequea economa domstica aldeana, jams tomaba el aspecto siniestro de total desamparo, de ho rrenda y ttrica muerte en vida como lo presentaba la masa juda proletaria, o semiproletaria, o casi lumpen-proleta- ria, de las grandes ciudades rusas y polacas en los albores del siglo. Empapado del dolor, de la angustia y de la penumbra de los stanos y de las buhardillas, de la siniestra realidad de la vida del pueblo judo, brota de las primeras obras de Hirshbein la mustia penuria del ambiente. Sus personajes de esa poca son sombras humanas, sombras de gente abatida, aplastada, dominada, sin otra escapatoria que el homicidio, la locura y el suicidio. Gente que vive en las profundidades de los stanos, carcomida por la podre, enredada en la telaraa