SETEBODOXIA 121 Puede esta peculiaridad presentarse como prueba de una mentalidad racionalista? Por el contrario, creo que manifies ta un frentico irracionalismo, y una preminencia de la psh cologa y an de la psicopatologa sobre el pensamiento l gico. Lo que no tiene por qu llamarnos la atencin, ya que dos mil aos de persecuciones desarrollan la aptitud psi colgica de cualquiera. El judo vive espiando las reacciones de cada una de las personas o colectividades que lo rodean, como un delicadsimo sismgrafo que registra basta las ms sutiles trepidaciones que preceden a los grandes terremotos. Y esa constante gimnasia le ha conferido una habilidad, una fineza, una penetracin que slo se encuentran en aquellos no-judos dotados por circunstancias de excepcin: enferme dad, tara, genio, sentimientos de inferioridad. En cuanto a su retorcimiento psicolgico, es quiz tambin un subproducto del temor, de un espritu cauteloso a fuerza de1 escapar a rei terados peligros. Raramente un judo nos responder con una afirmacin clara a lo que le preguntamos; casi siempre pre ferir hacerlo con otra pregunta que, como tal, no compro mete y en todo caso permite averiguar qu es lo que pen samos nosotros. Comprese la literatura de un Yalry con la de un Proust, y se ver hasta qu punto est ms cerca del racionalismo abstracto Yalry. Los caracteres que se acaban de sealar se advierten en seguida en Proust, no slo en la manera de mi rar la realidad sino hasta en la forma tcnica de describirla: en los largos y complejos prrafos, en los complicados y nu merosos parntesis que atenan o aclaran o diversifican una afirmacin anterior, en las retorcidas acotaciones, en las in finitas armnicas que acompaan a la nota fundamental, como en un complejo instrumento musical. No pretendo caer en una sistematizacin al revs adjudicando a los judos los atri butos inversos a los sealados por Sartre. No sostengo que la pasin racionalista sea ajena al alma judaica bastara citar a Julien Benda. Simplemente me limito a mostrar los peligros de una sistematizacin en un problema tan laberntico. En Escndalo de la Paradoja. Al irrumpir lo eter no en nuestros pensamientos y en nuestros actos produce