120 DAVAR lengua. Pero observe usted la nitidez, el rigor lgico de nuestro lenguaje. Rivarol, en su acreditado discurso sobre la universalidad del idioma francs, afirmaba: En vano las pasiones nos trastornan y nos incitan a seguir el orden de las sensaciones; la sintaxis francesa es incorruptible. De all nace esa admi rable claridad, base eterna de nuestra lengua. A nosotros, que la vemos como brbaros, no nos parece tanto, y ya entramos a dudar cuando tropezamos con expre siones tan llamativas como quest-ce que cest que Qd, que literalmente se debera traducir: qu es eso que eso es que eso y que, modestamente, quiere decir qu es eso. Casticismo. Segn se sabe, consiste en escribir como si viviramos cuatrocientos aos atrs en Talavera de la Reina. Hay muchas maneras de impedir la comunicacin entre los hombres. Esta es la ms apreciada por los profesores de gramtica. Idiomas Puros. Qu pensar de una doctrina que acon seja explicar la filosofa de Hegel o el funcionamiento de una radio con palabras como carreta, buey, casco, guerra, cuerno de caza y Nibelungo? Esta doctrina fu vociferada por los gramticos nazis. Y aunque exenta de campos de concentracin expresa bastante bien el ideal de los acad micos franceses y espaoles. Psicologa Juda. Bien mirado, un planteo lgico debe ser claro y directo, lo ms claro y directo que sea posible: A es A. Mientras que un judo preferir decir, casi siem pre: Por qu A no ha de ser A? Y si adems expresa esa frase de viva voz, quiz se encoja de hombros, como des cartando su responsabilidad en el asunto ya que nunca se sabe cmo puede empezar una persecucin. Ingredientes ajenos a la verdad lgica, que tien, deforman y retuercen el pensamiento. El judo tortura la lgica: la presenta de atrs, desde abajo, en diagonal o, ms probablemente, segn algn complicado arabesco.