106 DAVAB miento del vnculo jurdico de su nacionalidad natural o legal. Segn la ley israel, que en seguida comentar, el judo que no adopte la nacionalidad de Israel sigue siendo tan nacional y tan ciudadano de su pas como cualquier otro. Ni ms ni menos. Ser un buen argentino o norteamericano es compati ble con ser un buen israelita. Pero no se puede ser argentino o norteamericano e israel a la vez. Ya no se trata de un vnculo espiritual sino jurdico, y la doble nacionalidad no es reconocida en el derecho internacional y tampoco la acep tan la mayora de las legislaciones positivas. En esos pases el judo se ha sentido siempre y se siente como verdadero nacional, en igualdad con los dems ciuda danos, y cumpla y cumple con todos los deberes del ciu dadano, sin abjurar de su condicin de judo, ni de su cul tura ni de sus ideales judos. Y cuando las autoridades pre tendan, en ciertas situaciones, insinuar una diferenciacin entre judos y los que no lo eran, como si no fueran jurdi camente nacionales del mismo pas, la reaccin se produca de inmediato. As, en 1912, cuando se discuti en Estados Unidos la posibilidad de restringir la inmigracin, el dipu tado Curley, en plena Cmara de Representantes, hizo un elocuente elogio de la participacin del inmigrante judo en el desarrollo de la nacionalidad americana. El culto del buen ciudadano dijo es hereditario en la raza juda en cada uno de los Estados de la Unin, desde los orgenes de nuestra Repblica. Actualmente la poblacin juda en Amrica constituye una entidad cvica firme en sus designios, de una caracterstica moral y de una esplndida contribucin material para todo lo que hay de mejor como virilidad y como carcter en el desenvolvimiento de la na cionalidad americana. Cada uno de los movimientos nacio nales que han marcado la historia de nuestra Repblica y que ocurrieron muy lejos, a la vanguardia, con el fin de fortificar y sostener el gobierno de nuestro territorio, ha encontrado siempre a los judos tomando parte activa en los puestos ms avanzados. Combatieron entonces en la guerra de la Independencia; sacrificaron su vida y contribuyeron con su fortuna al establecimiento de la verdadera libertad y