VALORACION DE KAFKA 85 incomprensin falsa interpretacin. (El desconocimiento de El Castillo no llega siquiera a esto.) Y es que en El Proceso hay ese plano judicial, fcilmente observable, que se basta a s mismo como crtica de una Justicia que escapa a la medida humana y cuya consideracin exacta lleva ms o menos lcida mente a la adivinacin de su sentido ms trascendente. En La Metamorfosis, en cambio, el carcter de la transformacin del protagonista suele detener al lector en el umbral de lo fants tico sin posibilidad de columbrar su alcance trascendente. Por todas estas consideraciones, ms que por una presunta dificultad primera al tomar contacto con sus escritos, es que podemos concluir que Kafka no es autor fcil. Y una de las razones que obstan con ms eficacia a su conocimiento autnti co radica en el modo absolutamente original con que se ligan en l los elementos biogrficos y los estrictamente literarios. Re conocerlos por separado y advertir el lazo que los traba son operaciones ms fciles, naturalmente, que apoderarse de la forma misma de la relacin. Esta relacin no es simple, por cierto. Hay en los relatos de Kafka algo ms que la mera trasposicin fantstica de su peripecia como hombre y es que sus escritos componen tambin el curso de su vida, la acaban, por as decirlo, en el seno de una dialctica inescindible. Ms que un testimonio son el paso mismo de Kafka. Y ste debi confundirlos con esa pequeez que se atribua a s mismo, asumirlos en una filosofa que descubre en una indescifrable omisin el primer sntoma del desacuerdo entre el hombre y su mundo. Por esto, tal vez, por advertir en las cosas, siquiera fuese prima facie, un signo de irresistible indiferencia es que dispuso la anulacin de sus escritos, prohibi, a travs de su amigo y albacea Max Brod la posibilidad misma de un lec tor. De aqu, tambin, que las narraciones de Kafka entren difcilmente en los cuadros consabidos de los as llamados gneros literarios. Objetivamente concebidas, desenvueltas en el plano de una descriptiva ingenua y prescindente, las nove las de Kafka rebasan el marco clsico del gnero para entrar en la desapasionada marcha del informe. Nadie parece haber se guido ms al pie de la letra el consejo de Flaubert: .. .es cribir la vida ordinaria como se escribe la historia o la epope ya... Esto explica el carcter esencialmente episdico y, por lo tanto, infinito de los relatos de este autor. Episdicos