VALORACION VE KAFKA 75 cambio, toda vez que comprende las de imaginacin, ms acce sibles, por definicin, y susceptibles, por lo comn, de apropia cin parcial. Quien lee un trabajo filosfico de Sartre no pre tende conocer la obra de este autor, por mucho que para pene trarlo realmente tenga que integrarlo en su sistemtica me diante un esfuerzo que atienda al conjunto. Es corriente, en cambio, que se pretenda conocer a un novelista a travs de una novela. En el primer caso el peligro es menor porque el su puesto conocedor aceptar quedarse al margen de la cuestin, detenido por la naturaleza misma de una obra a la que no pue de acceder, por as decirlo, de contrabando. En el segundo el riesgo es mximo si se piensa que la lectura ms o menos atenta del libro tenido como relevante lo inducir a interpreta ciones tanto ms precipitadas cuanto ms confirmadas lo estn por aquella falsa crtica. En el caso de Kafka una doble fuente de equvocos ha contribuido a su desinteligencia. Una, que podramos llamar culta, se cierne en el campo de las explicaciones trascendentes: el de la proyeccin moral, religiosa o filosfica de Kafka. Ha influido en ello, sin duda, la circunstancia de que Kafka fuese al propio tiempo un pensador acuciado por los problemas exis- tenciales ms profundos. Las hondas reflexiones de su Diario o de sus Consideraciones, el hecho de que fuera asiduo lector de la Biblia y de Kierkegaard, debieron instar a los exgetas a un enfoque metafsico de sus escritos, incluidos aqullos que, por ser de imaginacin, se prestaban a la interpretacin ms amplia. Se conoce demasiado de la vida de Kafka, del proceso de sus libros y de la ntima ligazn que emparenta la una a los otros como para no renunciar a encontrar en tales circunstan cias el signo de relaciones trascendentales. Por otra parte, sus propias novelas poseen una materia densa, plena de una signi ficacin destinada a promover por s sola, una explicacin me tafsica. Otra causa de error proviene, en Kafka, de la ligereza o de la prevencin con que se aborde su lectura. Siendo, natu ralmente, ms peligrosa la que resulte de prejuicio. Es ms fcil volver de su distraccin al lector desatento que librarlo de su nocin anticipada. Pero la forma acabada de la desinter pretacin posible en el error culto como en el vulgar ser, tratndose de Kafka, la que provenga de cierto antagonismo existencial, de la falta de aquella afinidad o analoga sin la