68 DAVAE El, El sino que suspiran y claman T y cuando agregan Dios no es al verdadero Dios a quien imploran, al Unico Dios Viviente?... No podemos abandonar esta palabra. En una u otra forma, los dos temas es uno en realidad se desarrollan en las disertaciones de Buber. Su objetivo es proclamar al Dios que se halla en una relacin viviente Yo-T en la plenitud de la existencia concreta y distinguir a este Dios viviente de las imgenes e ideas de la deidad eri gidas por los filsofos y lo persigue a travs de las com plejidades e involuciones del pensamiento moderno. Su cr tica de Sartre, aunque limitada, es demoledora y sus comen tarios sobre Heidegger, un pensador mucho ms serio, son sumamente ilustrativas. Halla al primero en una posicin en que el hombre es llamado a ocupar el trono de El padre Dios que ha sido suprimido y a inventar valores para la vida; el ltimo, Heidegger intenta crear el concepto de un renacimiento del Dios de la verdad, que cae en las ten tadoras redes del tiempo histrico (es decir, la revelacin de la verdad que es Hitler). Por eso, acota irnicamente Bu ber, parece desvanecerse la senda de este existencialismo. El existencialismo ateo de Sartre y Heidegger (quien niega sin embargo las derivaciones ateas de su pensamiento) es un aspecto del pensamiento moderno que examina Bu ber en su relacin con la religin; el otro aspecto es la psicologa de Jung. Su crtica de Jung es notablemente efec tiva. En pocas pginas demuestra que los puntos de vista de Jung sobre la religin constituyen esencialmente una seudo- metafsica psicolgica, una versin actualizada de la teosofa gnstica. El anlisis es brillante y debiera ser cuidadosamente estudiado por quienes se sienten atrados, como muchos hoy en da, al misticismo de Jung. Buber presenta su proclamacin del Dios viviente en con traste con los seudodioses de los filsofos y psiclogos, no slo en el pensamiento actual sino tambin con el acervo del desarrollo del pensamiento desde Descartes a Heidegger; con ciertos fines retrocede a Platn y la antigedad griego- oriental. Sus pensamientos ntimos son profundos y expre sados con rara sencillez y claridad. Es difcil escoger entre los siete artculos que forman el libro, pero consideramos