PEBFIL DE JAIM WEIZMANN 35 panada, hasta cierto punto de poder y fuerza poltica. Empero nunca acept la moderna teora de que la nobleza de las aspiraciones jus tifica el uso de medios innobles, y de que por mtodos inmorales se pueden conseguir fines morales. Por ello rechaz el terrorismo; no porque temiera al adversario, sino porque el terrorismo violaba su gran instinto moral. El sionismo era para Weizmann un gran movimiento creador. Detestaba la Dispora, no slo porque fuesen los judos una minora en todo pas extranjero, sino, y ante todo, porque los judos no pue den vivir en la Dispora las grandes ideas de la historia juda, que son la razn de ser del pueblo. Ello explica el grande y profundo afecto que nutra el movimiento colonizador, el tnoihav, el kibutz y los trabajadores manuales. No quera traer al Estado la vida de la Dispora. Quera transformr completamente, dentro del marco esta tal, los mtodos y la estructura de la vida de exilio. Lo absorbi por completo el sionismo, al que se entreg de alma y corazn. En realidad, nunca se interes por otros problemas judos que no fuesen los del sionismo; saba, por supuesto, que los haba y que alguien tena que ocuparse de ellos; pero no era en tal labor que inverta sus mejores esfuerzos; esos iban sin restriccin para el sionismo, en torno al cual gir toda su vida. En su caso, era del genio que provena esta unidad de espritu; y hasta su labor cientfica, cuando buscaba una frmula qumica, tena de una manera u otra algo que ver con el sionismo. Sus relaciones sociales, pronto las pona al servicio de la causa. Si se aplicara a Weizmann la clebre frase "Letat cest moi, perdera sta lo que en un principio tuviera de inmoral, para asumir aqu un sentido tico positivo; tan empapado estaba en el sionismo, que bien hubiera podido decir "El sionismo soy yo. Al verse forzado a abandonar la presidencia de la Organiza cin Sionista Mundial, Weizmann qued asombrado, no porque le fuese penosa la derrota poltica, o se sintiese resentido ante la in justicia de que haba sido vctima; sencillamente no poda comprender que fuese posible separarlo del sionismo; no conceba al sionismo sin Weizmann, ni a Weizmann sin el sionismo; para l, sionismo y Weiz mann eran sinnimos; de ah que el movimiento se haya identificado con l tan completamente. En un solo Congreso se plate el problema