34 DAVAR era tal vez el ms altivo representante del pueblo judo. Tambin Herzl fu un orgulloso portavoz, pero la suya era la altivez del hombre. El de Weizmann era el orgullo de un judo orgulloso, cons ciente de su historia cuatro veces milenaria, y que se presenta erguido ante estados y hombres hoy quizs ms fuertes que los judos, pero que seguramente no poseen una historia como la judaica. En su persona se hallaban combinados esos dos rasgos ms tpicos del ca rcter judo: escepticismo sin lmite y una fe infinita: escepticismo ante todo lo efmero; una fe inquebrantable en las eternas verdades de la historia juda. Ntsaj Israel lo Ishaker era para Weizmann el hombre de ciencia una verdad ms absoluta que el axioma matemtico 2X2 = 4. Nada mejor que su actitud ante la lengua idisch demuestra el lugar que ocupaba en su vida la tradicin y la idischkait. En sus mo mentos sentimentales era el idisch el idioma que hablaba. Y sin embargo, fu de manera espontnea y casi automtica que adquiri la amplitud de espritu propia de la cultura europea. Weizmann era no slo un gran estudioso, sino tambin, y sobre todo, un hombre en el que converga lo mejor de cuatro culturas: la rusa, la alemana, la inglesa y la francesa. De ah la facilidad con que se mova a travs del mundo, hablando a los franceses como un francs, a los ingleses como un ingls. Pero siempre quedaba en su integridad el judo. Weizmann era sionista porque era judo. No s si es posible de terminar la fecha en que empez su sionismo. En realidad, no puede ser otra que la de su nacimiento. A menudo sola mencionar una carta que haba escrito al llegar a Pinsk, a la edad de once a doce aos, a su maestro en Mtele, hablndole de un Estado judo en Eretz Israel. El sionismo era para l una consecuencia lgica del ju daismo. Adepto como era del sionismo poltico, vea algo ms que poltica en su ideal. El Estado era para l un medio para ms altos fines, para la aplicacin de las ideas eternas de la historia juda. Muchos hay entre nosotros que sostienen que el Estado no es ms que un medio, mas para Weizmann se trataba aqu de una verdad irre futable, siendo como era para l el sionismo, un movimiento moral ms que poltico. Estadista prudente, e hijo de su poca, bien saba que la idea moral es de imposible consumacin cuando no va acom-