16 DAVAB dones. Su determinacin fu frrea: golpear al enemigo donde lo encontrasen. Esa determinacin se convirti en la orden del da. Todos los judos tomaron parte en ese combate, que tuvo lugar en todo el mundo: en las calles de Varsovia, detrs de las lneas del frente de los nazis, en los ejrcitos aliados, frente al estallido brutal del antisemi tismo en las ciudades de Amrica, y luego en la heroica defensa del Ischuv de Eretz Israel. Una nueva conciencia haba madurado en la conciencia tanto de los sionistas como de los no sionistas. El frente de Eretz Israel se extendi hasta la Dispora. El pueblo judo enfrent su hora decisiva. Sobre la balanza fu puesta la dignidad y el honor judo, su coraje y su fe. Ningn judo a quien era caro el nombre de Israel pudo mantenerse a distancia. Tan slo unos pocos se negaron a apoyar ese combate. Esta defensa juda, en un orden mundial, hizo posible la primera guerra triunfal del joven Estado contra los ejrcitos de todas las naciones rabes. Todo el movimiento sionista se moviliz para ese combate. Se puso punto final a las discusiones, las que fueron reem plazadas por la accin. Ese captulo fu el ms hermoso de la vida de Weizmann. No per miti que sus derrotas personales afectasen su fe. Tampoco eligi el aislamiento espiritual encerrndose en s mismo. Su alma estuvo li gada al alma del Ischuv. Algunas de las semillas del renacimiento judo, orgullo y decoro del Ischuv, fueron sembradas por l. Ech los cimientos de la Universidad Hebrea, contribuy al desarrollo del Tecnicum de Haifa, fund el Instituto Sief y luego el Instituto Weiz mann. Particip en la creacin y desenvolvimiento de las Colonias del Emek. Fu testigo de las dificultades iniciales de toda la obra de construccin de la patria. Weizmann extendi su mano a la rebelin. Tom parte en el combate desplegado al lado de sus hermanos sin formular queja al guna. Ech por tierra costumbres y un modo de pensar de cincuenta aos, particip en todas las negociaciones realizadas, compareci delante de varias comisiones investigadoras en Eretz Israel, en Wshington y en la UN. Su testimonio fu siempre de mucho peso. Su voz fu la voz fiel de la Dispora exponiendo su misin y su derecho sobre el pas. Sus palabras siempre dieron en el blanco. Se encontr en el fragor del combate cuando se declar el Estado Judo y el Gobierno de Israel tom sobre s la responsabilidad de gobernar el pas. Fu