6 BAYAS con la tradicin juda, Weizmann desde el primer momento fij las aspiraciones propias y las de su grey en Palestina, el antiguo solar de la raza desposeda. Toda la labor de Weizmann se cumple en la misma di reccin hacia la que tienden las fuerzas de la Historia, pero hay un instante en que la grandeza de Weizmann se impone a las circunstancias, las excede y las domina al mismo tiempo. Es en aquel inolvidable 24 de julio de 1918 cuando coloca la piedra fundamental de la Universidad de Jerusaln, en aquel maravilloso escenario cuya misma soledad sirve para dar mayor resonancia a todos los ecos que vienen de la Biblia. Entre las piedra.- y el arenal que los ingleses teman que los turcos pudiesen reconquistar en cualquier momento esta ban a tiro de can del Monte Scopus se estaba realizando un gran acto de fe por medio del cual los judos tomaban posesin de la tierra prometida. Definicin espiritual y afir macin poltica, era el primer paso, forzado por la visin de Weizmann, que daba comienzo de cumplimiento a la Decla racin Balfour. Ms feliz que Moiss, Weizmann lleg a la tierra vislum brada, pero como Moiss, vag cuarenta aos en el desierto. Propios y extraos trataron de desorientarlo en esa marcha penosa, pero la brjula de su fe lo mantuvo en su rumbo, porque esa fe no era arrogante seguridad en s mismo sino fe en su pueblo. No le importaron las negaciones en la lucha poltica mientras la colonizacin laboriosa fuera la respuesta a sus esperanzas. As consigui en medio de las alternativas de la historia ganarle la batalla al tiempo. Cuando las cir cunstancias internacionales permitieron el milagroso acuerdo de voluntades, Israel era una realidad capaz de justificar la confianza del mundo. Israel era ya digno de su oportunidad. Toda la poltica de Weizmann tendi a lograr esa preparacin para el momento preciso y los hechos confirmaron su idea de que mejor que mostrarse vana y prematuramente belicosos contra la potencia mandataria, era dar prioridad al trabajo constructivo en la seguridad de que slo de este modo el tiempo actuara en su favor. Largo y rido fu ese tejer y destejer el hilo de la historia con hebras de una nerviosa impaciencia y una trmula esperanza, pero estructurado el