HOMENAJE DE DAVAR A WEIZMANN Ha dicho Tolstoy que la vocacin artstica no se mani fiesta por el amor al arte sino por el amor a la hu manidad, y si pensamos en Weizmann, poltico, y en Weizmann el sabio, es fcil llegar a la conclusin de que aquel amor a la humanidad es la condicin de la grandeza autn tica cualquiera sea la forma de expresin que la manifiesta. Fu un hombre de ciencia eminente y un poltico genial pero ni la ciencia ni la poltica fueron para l objetivos en s. Le mova un impulso moral y sus xitos en los dos campos fueron puestos al servicio de su pueblo y de los otros pueblos. La personalidad de raz popular de este judo ruso, re presentante tpico del prodigioso mundo de la judera orien tal, signific desde su aparicin la mayor humanizacin de una idea necesaria. Encarn en su natural dignidad la ms adecuada sntesis entre el sentimiento popular y la majestad de un Herzl. Esta facultad de armonizar signos contrarios constituye una caracterstica de su mentalidad y su obra. Cuando trabaja a principios del siglo en un laboratorio suea con el hallazgo de un mtodo para producir protenas sintticas que sirviesen de barato alimento para el pueblo. Cuando suea con el Estado de Israel pone sus mayores ilu siones en el trabajo a cumplirse en Palestina. Es un idealista prctico porque todos sus esfuerzos nacen de su fe en un sueo y porque cree que slo el trabajo puede convertirlo en realidad. Herzl haba despertado la vieja nostalgia. Mientras otros proponan territorios africanos o cualquier lugar sin vnculo