386 CUADERNO DE CULTURA los jardines de la Quinta de los Molinos (120). Hubo alteyrcados y Tac6n l1eg6 al extremo de no citar a Pinillos a la junta de autor'idades que convoco para tratar sobre los acontecimientos de Santiago de Cuba, a pesar de que, en caso de emprender operaciones militares, la cooperaci6n del Superintendente e.ra de todo punto indispen- sable. El conde de Villanueva no perdon6 el des- aire; pero supo colocarse a la altura de circuns- tancias criticas. En un punto estuvieron de acuerdo: en reprimir las aspiraciones political de los mas cultos elementos de la sociedad cu- bana. La Sommua, 18 de febrero de 1888. (120) Sobre este punto son muy atinadas las observaciones de don Juan Justo Reyes, en el folleto que public en Key West en diciembre de 1838, con el titulo de Apuntaciones de un emtleado de Real Hacienda en vindicacidn de la Superin- tendencia General. delegada de la isla de Cuba, etc. "El General Tac6n -dice-, que construy6 un inmenso edificio de cante, ria bajo los fuegos de la plaza y de las fortalezas que defienden la entrada del puerto, que fabric6 otra casa de piedra y magni- ficos jardines a las faldas del Castillo del Principe que, por desgracia debia atravesar el camino de hierro, pudo acallar la resistencia del Cuerpo de Ingenieros; prefiri6 promoverla y apoyarla, y la historia sefialarl a esta parte de su vida piblica la calificaci6n que merece".