xvI No era Tac6n hombre que sujetase la lengua por respeto a la verdad, si a la realizacion de sus prop6sitos convenia lanzar cualquler calum- nia, por absurda y vil que fuese. No es, por tanto, extraiio que en la proclama a la expedici6n pacificadora acusase a Lorenzo de haber empezado a ejercer una feroz tirania. El pyonunciamiento del general Lorenzo y to- do el breve periodo que en el departamento orien- tal rigi6 el sistema const:tucional de 1812, dis- tingui6se por la moderaci6n y la templanza en los actos de gobernaci6n y en la actitud de los habitantes. Pezuela mismo, tan severo con Lo- renzo y tan desdefioso con la obra de las Cortes de Cddiz, confiesa el alborozo con que el pueblo y la gu.Mrnici6n, antes que se reunese la Junta de Autoridades, juraron la Constituci6n, si bien trata de atenuar la importancia y significacion del hecho, dicIendo que "no hubo alli funciona- rio ni notable a que en aqu6l y en los siguientes dias no se obligase con tirminos que, por lo cor- 3 65