ECONOMIA Y CIVISMO 359 merecer la aprobaci6n de un Ministerio que con pretexto fitil suspendia la aplicaci6n del C6digo de CAdiz en las provincias ultramarinas. Tac6n vi6 desde luego con toda claridad, la falsa, in- sostenible posici6n de Lorenzo y resolvi6 aprove- charse de ella, sin perdonar medio, por misera- ble que fuese. No contento con haber incomuni- cado a la provincia que desconocia su autoridad, ni con halagar sigilosamente a los jefes y ofi- ciales que guarnecian el departamento oriental, ni con aprestar una expedici6n con la rapidez que permitia el estado angustioso del Tesoro colonial, todavia crey6 que no cometia una infa- mia, acusando a los libe.rales de Santiago de ene- migos de Espafia y sugiriendo la idea de que el general Lorenzo parecia haberse propuesto pri- var a la Nadi6n de esta rica parte de sus domi- nios, causando a la vez la ruina del pais ("'). (11) Esta indigna imputaci6n, lanzada con procacidad in- solente, contra Lorenzo y sus parciales, consta en la proclama que Tac6n dirigi6 a las tropas de la expedici6n pacificadora. "Soldados: Vuestros compafieros de todas armas que tuvieron la desgracia de hallarse en el departamento oriental en 29 de septiembre 61timo, sufren la mis dura opresi6n por la temeraria conducta de su ex-comandante general don Manuel Lorenzo, que faltando a las leyes de estos dominios y sustrayindose de la dependencia de la Capitania General, se ha negado criminal y escandalosamente a cumplir las terminantes 6rdenes de S. M. la Reina para que no se alterase el sistema de gobierno en esta Isla, que la ha mantenido en la prosperidad justamente envidia- da de todas las naciones. El general Lorenzo, asociado de un corto n~imero de conoci- dos enemigos de Espafia, parece que se ha propuesto privarla de esta rica parte de sus dominios, causando, a la vez, la ruina del pais. Sus pacificos, leales habitantes y tropas de la provin-