ECONOMIA Y CIVISMO 325 j No era bastante formidable semejante acu- saci6n?. Todavia en su odio y en su despecho, encontraba el dictador un motivo mas para re- celar de las tendencias de la Junta de Fomen- to. . Habia redactado la exposici6n el Sec.reta- ro de la Junta, don Wenceslao Villaur.rutia, cuyo padre don Jacobo, habia abandonado una plaza de Ministro de la Audiencia de Barcelona para aceptar un puesto en el Tribunal Supremo de la Repilblica de Mexico. No es, por tanto, extraio que el general Tac6n concluyese su in- forme afirmando, en tirminos enfiticos, que lo que la Junta deseaba no era un Consejo, sino un Gobierno Provincial con potestad amplia de co- nocer y resolver acerca de todos los interests del pai's; en una palabra: el ejercicio de la Sobera- nia que kiciese la isl de Cuba independiente de Espaiia (104). Raro fu6 el informe o consulta al gobierno supremo en que Tac6n no insistiese s-obre la ne- cesidad de ampliar y robustecer su dictadura. Esta idea lleg6,a ser una preocupaci6n tenaz que oscureci6 su espi&rtu al punto de ver un peligro para la dorninaci6n espatiola en la insurrecci6n de lot indios de la Florida en 1836, de que se tu- vo noticia por el capitin de la goleta americana Black Smith, comis'onado por las autoridades de (104) Memoria Histdrica Politica de la Isla de Cuba, re- dactada de orden del Sr. Ministro de Ultramar por Jose AHU- MADA y Centuri6n.