324 CUADERNO DE CULTURA blecimiento de la Milicia Urbana haria indltil una gran parte de las fuerzas regulares que se sostenian en el pais, Tac6n express su oposici6n diciendo que si esa Milicia surtia en la Penin- sula los mAs felices efectos en apoyo del trono de la Reina, del lado acd de los mares se conver- tiria en el arma m's fatal para los derechos de S. M. sobre esta Isla y su dependencia de la Me- tr6poli; y como si tal afirmaci6n necesitase prueba, afiadia: Es preciso que el Gohierno no se haga ilusiones res- pecto a la opini6n political de los naturales, que levan, digimoslo asi, en la masa de la sangre, su tendencia a sacudir la dominaci6n de Espafia. D6scles una ocasi6n de desplegar su genio y no tardaremos en ver otra Re- p6blica, quizis mis borrascosa que las que despedazan los antiguos dominios espatioles: la creaci6n de la Mili- cia Urbana que diseminaria por pueblos y campos un armamento temible en manos sospechosas, seria esta ocasi6n. El proc6nsul no ponia su confianza sino en los peninsulares: para 61 era tan terrible armar al negro como al blanco del pais. Z C6mo contrarrestar las aspiraciones de la Junta de Fomento?. La Junta, decia Tac6n, oculta bajo su pretension el designio de acabar con todos los elementos de fuerza que sostienen la autoridad de Espafia, apoyindose en laudables razones de economia.